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Acusan a un convicto de matar a otro

La riña le costó la vida a un muchacho de 22 años que hacía tres meses había caído preso por balear a un policía en un intento de robo. Su presunto agresor es un cordobés de 42, condenado hasta 2023 por el robo a una joyería.

José Luis Núñez tenía 22 años cuando lo mataron. Estaba privado de la libertad en la cárcel de Piñero acusado de balear a un policía en un intento de robo y murió en calidad de sospechoso ya que no había sido condenado. Una pelea de la que poco se sabe terminó con tres muchachos apuñalados y con su vida, en octubre pasado, de un puntazo en el abdomen. El miércoles, el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Ademar Bianchini imputó a un convicto cordobés de 42 años que purga una condena por robo hasta mediados de 2023, de haber sido quien mató a Núñez por exceso en la legítima defensa y por las lesiones leves que sufrieron otros internos. El juez Pablo Pinto aceptó la calificación legal y le dictó prisión preventiva del acusado, quien igual seguirá preso.

La audiencia imputativa se desarrolló el miércoles a la tarde en los tribunales de Rosario. Gerardo Eduardo Bustos, con representación de la defensora pública Adriana Lucero, fue acusado de homicidio con exceso en la legítima defensa y lesiones leves durante la pelea entre internos (del módulo A del Pabellón 3) de la Unidad Penitenciaria N° 11 de Piñero el pasado 28 de octubre a la noche. Fuentes de la Fiscalía dijeron que Bustos purga una condena a ocho años de prisión que vence en julio de 2023 por robo calificado y privación ilegítima de la libertad.

Fuentes del caso informaron que Bustos fue condenado por el robo de una joyería céntrica perpetrado hace dos años, un  golpe que fue milimétricamente planeado, aunque con algunos desajustes que permitieron que los atrapen.

Es que cuatro hombres se tomaron un fin de semana largo para construir una puerta de ingreso a la joyería MG (ubicada en Maipú al 1000) desde un local lindero abandonado. El día del golpe, cuando los empleados llegaron a trabajar y desconectaron la alarma, el cuarteto ya estaba adentro. Sin apuro y con algunas amenazas se hicieron un grueso botín de joyas y huyeron. Cayeron en desgracia por algunos cabos sueltos como el Gol Trend en el que huyeron.

“Chipo”

Por su parte, Chipo Núñez, el joven de 22 años asesinado en octubre dentro del penal, hacía tres meses que había sido detenido e imputado por dos hechos. Según las fuentes, a mediados de julio de 2017 lo acusaron por resistencia calificada a la autoridad, tentativa de robo y portación de arma de fuego en un hecho, y por otro incidente que tuvo lugar en barrio Ludueña. Según la policía, el muchacho quiso cometer un robo y cuando un empleado de la fuerza lo quiso detener, le disparó, por lo que le achacaron tentativa de homicidio. Con su asesinato dentro de la cárcel, la investigación quedó solo en la acusación.

Lo hallaron malherido dentro del módulo A del pabellón Nº 3 de Piñero, donde estaba alojado desde mediados de julio. Sobrevivió algunas horas en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde finalmente falleció por una herida de arma blanca en la región del abdomen.

Según los voceros consultados, otros dos protagonistas de la reyerta sufrieron heridas leves y fueron dados de alta, aunque a uno de ellos debieron realizarle antes algunos puntos de sutura también por una herida punzante en el tórax.

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