El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase-Vía Campesina) denunció que la comunidad indígena “Guaycurú” fue atacada anteayer a balazos por un grupo armado que hirió a un campesino, incendió ranchos y una camioneta, mató animales y envenenó el agua en el paraje Bajo Hondo, ubicado a 270 kilómetros al sureste de la capital santiagueña. La organización campesina responsabilizó por el ataque al propietario de la firma de gaseosas Manaos –incluso aseguran que los atacantes se movilizaban en camionetas de la empresa–, Orlando C., quien realiza desmontes en la zona para un emprendimiento agropecuario.
“Tras atacar a los dos policías que custodiaban el campo, la banda armada con rifles y pistolas empezó a perseguir a las familias de la comunidad, que se tuvieron que refugiar en el monte con sus hijos e hijas, mientras veían cómo prendían fuego a las viviendas y a los vehículos de la comunidad”, denunció Ángel Strapassón, dirigente del Mocase-Vía Campesina.
En el ataque, alrededor de 15 personas “dispararon a los vehículos y el compañero Pedro Campos recibió un balazo en la pierna y deben operarlo para extraer la bala”, según Strapassón.
“Después de prender fuego a los ranchos, la emprendieron contra los animales vacunos, matando a seis e hiriendo a 14. Pasaron por el pozo, destruyeron el brocal y envenenaron nuevamente el agua; e incluso atacaron a los dos policías que debían cuidar a las familias y que se encontraban en la orilla del campo”, señaló el dirigente campesino.
Tras responsabilizar al empresario de las gaseosas, la organización campesina denunció “un nivel de impunidad inadmisible, ya que varias veces se presentaron en el campo con intenciones de adueñarse de las tierras”.
Strapassón indicó: “Llevamos meses denunciando el incremento de la violencia, la presencia de bandas armadas, los amedrentamientos en las rutas, las muertes de animales y cortes de alambre, y los jueces jamás actuaron”.
“Ahora mismo, estamos pendientes de la detención de los miembros de la banda, porque el nivel de violencia de estas bandas armadas es cada vez más peligroso para la vida de las familias campesina”, precisó.
La denuncia quedó a cargo del juez de Instrucción en lo Criminal y Correccional de III Nominación, Darío Alarcón. Los procedimientos se encuentran a cargo de efectivos de la Departamental 12, con asiento en la localidad santiagueña de Quimilí.