El policía que en diciembre pasado estrelló a gran velocidad un furgón de la fuerza contra un árbol en zona sur, luego de atropellar a tres personas –entre ellas a una mujer de 40 años que murió tras sufrir la pérdida de los miembros inferiores, fractura de brazo y traumatismo severo de cráneo, y su sobrino de 14, a quien le amputaron una pierna– fue acusado ayer de homicidio culposo y lesiones gravísimas y continuó en libertad, con una inhabilitación para conducir por tres meses. La imputación no conformó a familiares de las víctimas, quienes presenciaron la audiencia de ayer donde quedó expuesto que el oficial Ariel Carlos María Alonzo Blanco, de 34 años, no tenía licencia para conducir el transporte público con el que chocó y mató, y que realizó la presunta persecución de una moto sin sirenas ni balizas, a bordo de un vehículo de gran porte no apto para esa función.
El violento siniestro ocurrió pasadas las siete de la tarde del 16 de diciembre en Ameghino y 1º de Mayo, en zona sur. Según informó la Policía, tres personas resultaron embestidas por un utilitario marca Renault Master que perseguía una moto a toda velocidad porque “había eludido un control” de rutina en la zona de Grandoli y Gutiérrez.
La misma fuente agregó que el vehículo policial perdió el control y se subió a la vereda, destrozó las estructuras de un local y terminó el trayecto contra un árbol. En el camino atropelló a Yanina Ferreira, de 40 años, quien falleció dos días después por las lesiones del impacto que le provocaron traumatismo de cráneo grave, la amputación parcial de ambas piernas y fracturas de húmero, radio y cúbito. Un sobrino de la mujer, Juan Cruz, de 14 años, asimismo arrollado por el furgón policial, sufrió la amputación de una pierna; en tanto otra mujer que tomaba mates en la vereda también resultó herida de menor gravedad.
Sobre el objetivo que motivó la demencial maniobra de la camioneta policial (la persecución de una moto) no se brindaron precisiones, ya que no se informó si el rodado o sus ocupantes fueron encontrados, como tampoco por qué se inició una persecución con un vehículo de gran porte destinado al traslado de empleados de la fuerza. Tampoco se amplió ayer esa información durante la audiencia ya que el policía Alonzo Blanco, quien contó con el patrocinio del defensor público Diego Villar, se abstuvo de declarar luego de ser acusado. El fiscal Walter Jurado, en reemplazo de su par Mariana Prunotto que estaba de licencia, lo imputó de homicidio culposo agravado en concurso ideal por lesiones gravísimas culposas. El fiscal no pidió la detención ni que sea inhabilitado en sus funciones dentro de la fuerza, pero sí pautó con la defensa una serie de restricciones para el policía acusado. Entre ellas que se le suspenda la licencia de conducir durante tres meses, que no abandone la provincia de Santa Fe y que una vez por semana se presente en la Oficina de Gestión Judicial. La audiencia de ayer se realizó ante el juez de garantías Gustavo Pérez de Urrechu.
“Gravísimo”
El abogado Fernando Sirio, quien ayer presenció la audiencia imputativa porque patrocinará al viudo de Yanina en la querella, dijo que es “gravísimo” que el efectivo “haya conducido sin licencia. No es un tema menor, estamos hablando de un personal de seguridad en un transporte público”, resaltó.
En ese sentido, el letrado dijo que “hay corresponsabilidad de la autoridad administrativa que le dio la posibilidad de que condujera un móvil sin carné”, y agregó que se desplegó a gran velocidad sin las sirenas ni las luces prendidas en una maniobra reglamentaria grave”.
Consultado sobre los resultados de alcoholemia del conductor dijo no tener conocimiento de los mismos, al tiempo que reforzó que “las pruebas son bastante importantes” y anunció que ya solicitó por escrito constituirse como querellante. Otras dos víctimas también se presentarán como querella por partes separadas.