Apertura de calles, despeje de trazas ocupadas y mejoramiento de espacios públicos forman parte del programa de obras que, previo y en paralelo con la “ocupación del territorio” de fuerzas federales, están desplegando la provincia y la Municipalidad en Tablada, Las Flores y barrio Industrial. La avanzada, que incluye operativos de vacunación, actividades para vecinos con juegos para niños y formación popular para el manejo de residuos, coordina así a los tres niveles del Estado en tres áreas del sur y el noroeste donde se llevan adelante las operaciones de “pacificación”, de modo que la presencia de agencias oficiales no sea sólo en uniformes, armas y móviles.
Los trabajos tienen una inversión prevista de 176 millones de pesos, en un esquema que en el corto plazo se extenderá a los barrios La Palmera, Fuerte Apache y El Eucaliptal. Una de las prioridades, segúm marcó el secretario de Estado del Hábitat, Gustavo Leone, es la apertura de calles para asegurar el ingreso de ambulancias, Policía, recolección, transporte y hasta de los propios habitantes de la zona.
Los trabajos se realizan en áreas de asentamiento irregulares que conforman parte de la geografía del lugar, con miras a que a largo plazo la zona sea un barrio más, con todos los servicios. “La iniciativa se da en el marco de un proceso de integración social y territorial promovido por el Gabinete Social provincial”, marcó Leone. Y recordó que endiciembre pasado el gobernador Antonio Bonfatti y la intendenta Mónica Fein lanzaron un programa de inversiones para los barrios rosarinos que contempla el desembolso de 4 mil millones de pesos durante este año y el próximo.
En barrio Tablada, durante el año pasado concluyó la obra de despeje de 100 metros de calle para enlazar Ayacucho y Patricias Argentinas. La unión a través de Centeno estaba prácticamente ocupada en su totalidad por viviendas, impidiendo la entrada y circulación de los servicios públicos al barrio. El trabajo incluyó diferentes soluciones de traslado para las familias que antes habitaban allí.
En continuación, semanas atrás comenzó la obra para pavimentar la calzada, con instalación de alumbrado público y desagües pluviales.
En el caso de barrio Industrial, desde principios de año se vienen ejecutando los trabajos para lograr la apertura de calle French entre Formosa y las vías de ferrocarril, para incorporar cuatro manzanas a la trama formal de la ciudad. Las familias que bloqueaban la traza ya fueron relocalizadas.
El plan maestro para este sector incluye la apertura de siete cuadras, con su correspondiente infraestructura.
Barrio Las Flores, en tanto, es otro de los sectores “donde ya hay acciones visibles”: allí comenzó la reubicación de familias, necesaria para la construcción de la colectora de la autopista Rosario-Buenos Aires. Ya fueron trasladadas las primeras 15 familias, y se espera que en los próximos 60 días quede despejado el total de la traza, lo que posibilitará su construcción. En tanto, esta semana se colocó un puesto de la Guardia Rural “Los Pumas”, para resguardar que los sucesivos espacios “despejados” no vuelvan a ser ocupados.
“Abordaje integral” es el eje
“Lo que para muchos vecinos de la ciudad es algo cotidiano, normal, no lo es para tantos otros: la posibilidad de ingreso de ambulancias, camiones recolectores, móviles policiales, entre otros servicios públicos. Es un cambio radical”, destacó el secretario del Hábitat sobre la decisión y el trabajo de cuadrillas para la apertura de calles en asentamientos irregulares: “La verdad es que es una alegría muy grande poder ir avanzando a paso firme en esta meta que nos pusimos. Es una tarea ardua, que involucra tener en cuenta un número importante de factores y que demanda un trabajo coordinado entre los gobiernos provincial y local”, agregó.
El funcionario destacó que las acciones forman parte de “una intervención más integral”, que en el caso de Las Flores incluye también la construcción de viviendas y espacios públicos, pavimentación de senderos peatonales internos y obras de saneamiento hidráulico.
Además, en paralelo a la realización de obras, se llevan adelante programas sociales para los habitantes de cada barrio, priorizando a niños, adolescentes y jóvenes. “Hoy vemos que no basta con que los distintos efectores del Estado estén en el barrio, sino que hay que acompañar a las familias y a los jóvenes para que puedan participar de los programas”, advirtió Leone.