Jocelyn Wildenstein, una celebridad de origen suizo que se hizo famosa en Estados Unidos por sus extremas cirugías plásticas faciales y corporales, por las que llegaron a llamarla «Catwoman» (Mujer Gato), murió en las últimas horas a los 84 años.
La excéntica celebridad también se hizo popular en la prensa rosa por su complicado divorcio en 1999 de un multimillonario comerciante de arte con el que había estado casado desde su juventud.
El actual compañero de vida de Jocelyn, Lloyd Klein, quien está junto a ella desde 2003, confirmó al portal de la revista People que murió mientras dormía cuando tomaba una siesta el último día del 2024, es decir este martes 31 de diciembre.
Jocelyn había nacido como Jocelyne Périsset en Lausana, Suiza, en 1940. En 1977, se fugó con Alec Wildenstein. Juntos tuvieron dos hijos, Diane y Alec Jr, relata la revista estadounidense acerca de aquellos años de su vida, mucho antes de que comenzara con las cirugías estéticas.
La pareja se separó en 1997 en un divorcio que generó titulares en todos el mundo y que se concretó dos años después. Por entonces los medios dedicados a la farándula y el espectáculo apodaron a Jocelyn «La novia de Wildenstein» y «Catwoman» debido a su apariencia extremadamente alterada quirúrgicamente, en particular por los rasgos de su cara que de un momento para otro dejaron de ser humanos.
Alec, que murió en 2008, acabó pagando a su ex mujer 2.500 millones de dólares, así como 100 millones de dólares anuales, para resolver el divorcio, según publicó People, lo que la convirtió en una de las mujeres más ricas del mundo.
Durante su divorcio, Jocelyn afirmó que se había sometido a tantos procedimientos cosméticos por su marido, de quien dijo: «Odiaba estar con gente mayor».
Pero también negó que sus rasgos felinos se debieran a la cirugía plástica, y quería dar a entender que se trataba de un «cambio natural» en su rostro, algo verdaderamente imposible si se tienen en cuenta sus fotos de juventud.
Una vida de película
Según se supo en las últimas horas, Jocelyn Wildenstein murió en París a causa de una embolia pulmonar. Durante décadas, la mediática mujer se convirtió en un símbolo de la transformación física, desafiando los límites de la apariencia humana y generando tanto admiración como controversia entre sus seguidores. Su vida estuvo marcada por el lujo extremo y el constante asombro que despertaba su figura y también por los escándalos.
Las más de treinta cirugías estéticas que se realizó en todos estos años que le costaron más de 4 millones de dólares la llevaron a ser conocida mundialmente como la Mujer Gato, uno de los aspectos más polémicos y comentados de su vida. Su transformación física comenzó a finales de los años 90, cuando se sometió a múltiples procedimientos quirúrgicos para parecerse a un felino, lo que según varias fuentes tenía un propósito específico: complacer a su entonces esposo, Alec Wildenstein, quien era un amante apasionado de los animales salvajes, en especial de los grandes ejemplares como el lince y de allí la apariencia de su cara.
A medida que se sometía a esas complejas cirugías, el rostro de Jocelyn se alteró radicalmente. Atravesó intervenciones en los pómulos, la mandíbula, los labios y otras partes de la cara. Con el tiempo, estas cirugías fueron catalogadas como extremas, y los medios empezaron a llamarla “Mujer Felina” o “Catwoman”. Su rostro tenso, con pómulos prominentes, ojos rasgados y labios exagerados, se convirtió en un símbolo de la cirugía estética extrema y de lo que no se debe hacer con ese tipo de procedimientos.