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Adiós a uno de los últimos indomables de Hollywood

A los 81 años murió el actor estadounidense Ben Gazzara, de notable talento trabajó con grandes realizadores.

Gazzara señalaba que su amor por la actuación lo salvó de una vida criminal.

El actor estadounidense Ben Gazzara, uno de los últimos indomables de Hollywood, murió el viernes pasado en Nueva York a los 81 años, como consecuencia de un cáncer de páncreas. Según se afirmó, Gazzara sufría cáncer de páncreas y murió en un hospital de Manhattan, en Nueva York, donde pasó los últimos meses de su vida.

Este renombrado actor italoestadounidense alcanzó notoriedad, entre otras interpretaciones, con su personaje de Brick Pollitt en la pieza teatral de Broadway Lagata sobre el tejado de zinc caliente, de Elia Kazan. “Ha muerto un actor de actores” y “Uno de los últimos indomables de Hollywood” son algunos de los titulares de algunos de los medios periodísticos estadounidenses que se hicieron eco de la noticia sobre el deceso de Gazzara.

Con una exitosa carrera en el cine, la televisión y especialmente en Broadway, Gazzara cursó estudios en la escuela Actor’s Studio, el mítico taller teatral dirigido por Lee Strasberg, por el que desfilaron otras grandes figuras del cine estadounidenses como Marlon Brando y Al Pacino. Allí aprendió las principales herramientas que le permitieron triunfar en los escenarios neoyorquinos.

Recordado en Broadway por otros papeles como el del drogadicto Johnny Pope, en la obra Un sombrero lleno de lluvia, que le valió tres nominaciones al premio Tony (los Oscar del teatro), dejó su huella imborrable también en películas como El extraño (1957) y Maridos (1970).

A pesar de ello, perdió la posibilidad de debutar en el cine con el papel que hizo en La gata sobre el tejado de zinc caliente, ya que caería en manos de Paul Newman, por lo cual su primer papel en el cine llegaría recién en 1957, con la película El extraño.

En 1959 actuó junto a James Stewart en otro clásico del cine norteamericano: Anatomía de un asesinato, de Otto Preminger, mientras que el legendario actor y cineasta John Cassavettes lo convirtió en uno de sus actores fetiche en Maridos y Capone.

Nacido en Nueva York en el seno de una familia de inmigrantes italianos, Gazzara creció en el Lower East Side de Manhattan, donde participó de un curso de teatro en Madison Square. Años más tarde, comentó que descubrir su amor por la actuación lo salvó de una vida criminal durante su época como adolescente, pero a pesar de su evidente talento, Gazzara cursó la carrera de ingeniería eléctrica, que pronto dejaría para dedicarse al teatro. Durante su trayectoria rodó más de 50 largometrajes, mientras que el año pasado se lo vio en la cinta francesa La casa de Gino, de Samuel Benchetrit, y en varios capítulos de la serie televisiva La ley y el orden.

El papel por el que Gazzara saltaría a la fama sería con el del teniente  Frederick Manion en la cinta de Otto Preminger Anatomía de un asesinato, a la que siguieron Vivir es lo que importa (1961), A Rage to Live (1965), El puente de Remagen (1969), Capone (1975), El viaje de los malditos (1976), o High Velocity (1977).

Sus intervenciones más notables son las que estaban relacionadas con su amigo y director John Cassavetes en la década de los 70, como Maridos (1970), donde aparecía junto a Peter Falk y el propio Cassavetes.

La colaboración con Cassavetes siguió con The Killing of a Chinese Bookie, en la que Gazzara tendría el papel principal como el propietario de un lugar de strip tease, Cosmo Vitelli, y un año después con Opening Night, en la que compartiría protagonismo junto a la esposa del director, Gena Rowlands.

“Me interesan las películas innovadoras y arriesgadas. Rechazo muchas invitaciones de Hollywood. Sólo trabajo en lo que me gusta”, gustaba aclarar Gazzara. Esta distancia parcial le permitía alejarse de la gran industria para comprometerse solamente en proyectos que le parecían interesantes como muchos de los “films pequeños y encantadores”, según sus propias palabras, en los que solía actuar.

En la década de los 80, Gazzara se destacó en películas como Saint Jack y They All Laughed de Peter Bogdanovich y el controversial telefilm An Early Frost (1985), en la que vuelve a compartir trabajo con Rowlands.

En los 90, Gazzara aparece en 38 películas y otras tantas producciones televisivas, entre las que figuran El gran Lebowski (1998), de los hermanos Coen, y El secreto de Thomas Crown, de John McTiernan. Desde 1982 estuvo casado en terceras nupcias con la modelo alemana Elke Stuckmann.

 

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