El 70 por ciento de las personas trans adultas se autopercibieron como tales antes de los 12 años, pero sólo una sexta parte de ellas pudo expresarlo socialmente «en tiempo real» y más de la mitad tuvo que esperar más allá de los 13, según una investigación que sirvió de base para la primera guía de acompañamiento para las infancias y adolescencias trans de la Argentina, realizada con apoyo de Unicef, Onusida y la FALGBT.
El dato cuantitativo surge de la Primera Encuesta de Vulnerabilidades de la Población Trans santafesina realizada por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) a partir de 372 encuestas a personas trans mayores de 17 años, sobre un universo de más de mil mujeres y varones trans que viven en Santa Fe.
Pero cuando el foco se desplaza a quienes pudieron expresar abiertamente su identidad de género –es decir adoptar otro nombre, pronombre, forma de hablar, modo de vestir, entre otras manifestaciones para adecuarlos a su construcción identitaria– «ese porcentaje se reduce a 12,3%», dice el informe.
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El subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual de Santa Fe y vicepresidente de la FALGBT, Esteban Paulón, aseguró a Télam: «Si bien cada vez es menor la demora entre sentirlo y poder expresarlo» producto de los avances legislativos y el cambio social, ese desfasaje todavía existe producto de «la represión del entorno –que dice «no hagas esto o lo otro» o «comportate como un hombrecito»– o que no es lo suficientemente abierto para que los niños, niñas y adolescentes puedan contar lo que les pasa».
«Esa imposibilidad de expresar en tiempo real su identidad de género autopercibida es parte del origen de la vulnerabilidad en la que crecen y se desarrollan las personas trans, por eso trabajar la visibilidad durante el período escolar permitiría una expresión más temprana y sería preventivo de infancias que se transitan con enorme angustia, exclusión y vulneración de derechos», dijo.
De hecho, la misma encuesta reveló que el 51% de las personas entrevistadas tuvo al menos un intento de suicidio.
«El acompañamiento a las infancias trans y la construcción de entornos abiertos y amorosos es la mejor política pública para prevenir y erradicar la discriminación y la exclusión hacia mujeres y varones trans: con este objetivo, entre otros, lanzamos esta publicación», concluyó.
La guía «Infancias y adolescencias trans y de género variable: orientaciones para su acompañamiento» busca ser una herramienta para capacitación y formación de educadores, trabajadores sociales, abogados, médicos, enfermeros «y cualquier otro agente estatal que tengan la responsabilidad de garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, que busca ratificar la perspectiva despatologizadora», dijo.
«Un niño, niña o adolescente que está expresando una identidad trans no tiene un problema: sólo hay que trabajar en entornos que le permitan expresarlo libremente», concluyó.
Otros mitos fuertemente arraigados que esta guía busca ayudar a despejar son «que la sexualidad –la orientación sexual y la identidad de género– nace con la mayoría de edad», que «los niños y adolescentes «se pueden arrepentir»» de la construcción identitaria que están realizando, que «la expresión de género debe corresponder en un 100 % al estereotipo» correspondiente y «que todos los adolescentes y jóvenes requieren de tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas para hacer su transición social».
La guía fue elaborada a partir de la experiencia de un «servicio inédito en América Latina»: el ofrecido por el Gobierno de Santa Fe acompañando a más de 140 niños y niñas y sus familias en el marco del Proyecto Género y Familia; y además es «la primera la primera publicación que acompaña UNICEF, ONUSIDA y ONU ARgentina en relación a las infancias y adolescencias trans y de género variable».
Además de Paulón y Passarelli, participaron de la presentación el Coordinador Residente de ONU Argentina, Roberto Valent; la representante de UNICEF Argentina, Luisa Brumana; la Presidenta de la Red LACTrans, Marcela Romero; la directora del Instituto contra la discriminación de la Ciudad de Buenos Aires, María Rachid; y la presidenta electa de la FALGBT, Flavia Massenzio, entre otros.