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Advertencia por los nuevos tratamientos contra la obesidad: «No son soluciones mágicas»

Desde la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad alertaron que ante el diagnóstico de la enfermedad "la solución no es tomar un medicamento o hacerse una cirugía", sino "cambiar y sostener hábitos alimentarios y de vida sanos, acompañado de alguna herramienta o una combinación de ellos"

El titular de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO), Jorge Harraco, advirtió este martes que «no hay soluciones mágicas» para esta enfermedad como podría interpretarse de «algunas publicaciones de profesionales de la salud en redes sociales» respecto a nuevos fármacos, el balón gástrico o la cirugía bariátrica, tratamientos que son «herramientas» que contribuyen a la solución, que es «el cambio de alimentación y estilo de vida».

«Desde la SACO, una entidad integrada por todas las disciplinas involucradas en el tratamiento de la obesidad -incluidas clínica, nutrición y salud mental-, vemos con preocupación algunas publicaciones de profesionales de la salud en redes sociales que transmiten expectativas exageradas en relación con el tratamiento de la obesidad mediante nuevas alternativas», dijo la entidad a través de un comunicado.

En diálogo con Télam, Harraco explicó que «la obesidad no es un problema del estómago, sino que es un problema de los malos hábitos alimenticios y del comportamiento de vida moderno, que ha hecho que seamos muy sedentarios, que estemos bajo presión permanentemente y busquemos muchas veces la gratificación a través de la comida».

«El problema no es comer -que es totalmente necesario y placentero- sino que lo hacemos mal y si eso lo incorporamos dentro de los hábitos de vida poco saludables y lo vamos repitiendo cotidianamente, con el tiempo puede hasta llevarnos a la obesidad», agregó.

Harraco dijo que el sobrepeso «tiene distintos grados» y que en determinado punto «deja de ser un problema de imagen o de autoestima, para pasar a hacer una enfermedad» como es la obesidad que puede ir acompañada de «diabetes e hipertensión que alteran la calidad de vida y muchas veces reducen la expectativa de vida».

Ante el diagnóstico de obesidad, «la solución no es tomar un medicamento, ponerse un balón, o hacerse una cirugía» sino «cambiar y sostener hábitos alimentarios y de vida sanos, acompañado de alguna herramienta o una combinación de ellos».

Las principales herramientas son «el cambio de alimentación y estilo de vida».

«Muchas veces por una inclinación profesional en base a lo que uno hace o por intereses económicos, vemos mensajes (de profesionales de la salud) que prometen cosas que no se van a cumplir», agregó.

Este tipo de consideraciones son funcionales «a la idea que habitualmente tenemos en esta sociedad, de que muchas cosas se solucionan mágicamente» pero «en obesidad no hay existe ninguna magia, solo hay herramientas que ayudan a realizar estos cambios».

El especialista explicó que cada grado de obesidad -desde la leve hasta la severa con o sin diabetes- tiene un tratamiento diferente, y no todos los tratamientos son para todos los tipos.

«El mejor tratamiento es el que combina mejor las herramientas en relación a cada caso particular, siempre y cuando el paciente cambie el estilo de vida y el estilo de alimentación porque si no lo hace, cuando el efecto del medicamento o del balón pase, todo va a volver a donde estaba y será un nuevo fracaso», cerró.

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