El banco de inversión estadounidense Morgan Stanley advirtió este viernes que la Argentina está «navegando por aguas turbulentas» y estimó que por cada 10% de devaluación del peso, podría haber 1,2 punto de de inflación adicional.
«La depreciación de la moneda de las últimas dos semanas seguramente impactará en la inflación subyacente en mayo y junio, un período que también implica más ajustes de precios regulados, aunque en menor medida», alertó.
En su informe semanal que distribuye en la región, la entidad bancaria hizo eje en el temblor cambiario que esta semana sacudió a la Argentina: «Observamos una venta masiva de divisas en Argentina, un evento que confirma nuestra visión de que una reversión en las condiciones de liquidez global es el riesgo número uno para el ciclo virtuoso».
El informe no tuvo en cuenta –porque fue emitido con anterioridad– la decisión del Banco Central de elevar las tasas, que permitió una suave baja en el valor del dólar.
«Nuestra opinión es que el gobierno sigue comprometido con la normalización macroeconómica, lo que significa que seguirán aumentando las tasas si es necesario», sostiene el estudio firmado por el analista Fernando Sedano.
Asimismo, el documento señala que «cuando se habla del aumento del dólar de la última semana se señalan tres factores: el externo (que impacta más a nivel local por el déficit fiscal y la inflación), la salida de inversores externos de Lebac por el impuesto del 5% y la incertidumbre política que se discute en el Congreso e intenta retrotraer los aumentos de tarifas de los servicios públicos».
«Retroceder en los ajustes de los precios de servicios públicos probablemente haría descarrilar el ajuste fiscal diseñado después de las elecciones de mitad de período del año pasado, que vemos como una pieza clave del macro proceso de normalización», indica.
Enfatiza que «el principal riesgo para la tesis del ciclo virtuoso de Argentina es una reversión en las condiciones de liquidez global».
«La debilidad de la moneda confirma nuestra preocupación. El alza de tasas y la intervención no han sido suficientes para detener la caída del peso. Mantenemos nuestra opinión de que el gobierno está comprometido con la normalización macroeconómica y es posible que se necesiten más alzas para estabilizar los efectos mercado», indica.