La Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (Caref) reclamó este lunes que la condición de migrante «deje de ser un factor de riesgo en la vida de las mujeres» y feminidades trans en la Argentina, en el marco del Día de las Mujeres Migrantes que se conmemora cada 10 de enero en homenaje a Marcelina Menenses y su bebé Josua, quienes fueron víctimas de un crimen de odio en 2001
«Un día como hoy, a Marcelina Meneses la tiraron del tren junto con su bebé, al grito de ‘boliviana de mierda’. Madre e hijo murieron en el acto y a raíz de este hecho y por la lucha de su familia, cada 10 de enero se conmemora el #DíaDeLasMujeresMigrantes«, publicó en sus redes esta asociación civil que trabaja por los derechos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, desde 1973.
Un día como hoy, a Marcelina Meneses la tiraron del tren junto con su bebé, al grito de “boliviana de mierda”. Madre e hijo murieron en el acto. A raíz de este hecho, y gracias a la lucha de su familia, cada 10 de enero se conmemora el #DíaDeLasMujeresMigrantes. pic.twitter.com/l3GKkUR1uh
— CAREF Argentina (@CarefArgentina) January 10, 2022
Transcurridas dos décadas de este crimen, «la discriminación derivada de la nacionalidad o el color de piel sigue siendo recurrente en nuestro país. Por eso insistimos en que ser mujer (cis o trans) migrante debe dejar de ser un factor de riesgo en la vida de las mujeres.
Un informe reciente de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) mostró que casi la mitad de las víctimas de femicidio y travesticidio en la Ciudad de Buenos Aires entre 2016 y 2019 pertenecían a colectividades migrantes.
«¿A qué se debe esta sobrerrepresentación de mujeres extranjeras entre las víctimas de femicidio? Nuestra experiencia nos indica que, en esta población, tanto el acceso a la justicia como a otros derechos sociales se ven obstaculizados por su condición de migrantes, por ser mujeres y, en la mayoría de los casos, por pertenecer a las clases más pobres», sostuvieron desde Caref.
La organización sostiene que «la violencia que padecen las mujeres se explica por un contexto que las expone a situaciones de vulnerabilidad, discriminación y violencia».
«La falta de información sobre sus derechos y los dispositivos existentes para denunciar la violencia de género; las prácticas institucionales discriminatorias que obstaculizan el acceso a la denuncia; los temores porque la denuncia exponga la irregularidad migratoria; la distancia geográfica y simbólica entre las instituciones en las que se lleva adelante la denuncia y la población migrante; y la falta de redes familiares o sociales, para visibilizar la violencia o para acompañar una posible denuncia, son algunas de las causas que dificultan el acceso a la justicia», dijeron.
Conmemoración del Día de la Mujer Migrante
Este año la organización eligió «visibilizar las estrategias de lucha y organización que migrantes y refugiadas despliegan en la Argentina, para transformar sus vidas y la de sus comunidades» a través de la publicación «Las que fuimos, las que somos. Relatos de vidas en movimiento».
Con 10 historias individuales contadas en primera persona, la revista profundiza sobre «todo lo que se pone en juego cuando una decide migrar».
«Conocer nuestra cultura es un trabajo constante. Yo lo comencé en Argentina años después de haber venido desde Bolivia. Cuando llegué era una persona totalmente diferente: una adolescente de 18 años que no apreciaba mi música, mis costumbres, o mis raíces», cuenta allí Mery Lucas oriunda de Bolivia e integrante de la ‘Comunidad Indígena Intercultural Ayllu’.
«Cuando llegué tenía demasiada timidez. Antes, frente a ciertas agresiones verbales no reaccionaba porque pensaba que simplemente no valía la pena, pero a medida que aprendí el idioma y entendí a la gente, fui capaz de defenderme», contó Seynabou Sane, de la agrupación de mujeres senegalesas Karambenor.
El 10 de enero de 2001, una mujer boliviana que viajaba con su bebé en el tren Roca fue empujada a las vías luego de ser insultada por rozar a un pasajero con unas bolsas. La muerte de ambos fue inmediata.
La legislatura porteña sancionó la ley Nº 4409 instituyendo el 10 de enero como Día de las Mujeres Migrantes, en recordatorio de Marcelina Meneses y su hijo, cuyas muertes permanecen impunes.