Un importante operativo de seguridad se había montado esta tarde alrededor de la AFA con motivo de la realización de la Asamblea Ordinaria en la que iba a ser reelecto por novena vez consecutiva su presidente, Julio Grondona.
Ante diligencias judiciales y movilización de dirigentes de clubes del interior que no votan pero pretenden intervenir en la Asamblea, la calle Viamonte fue cortada al tránsito de Uruguay a Talcahuano.
Un vallado y unos 50 policías controlan el paso peatonal, que es franqueado a las personas que trabajan o residen en la cuadra, así como a quienes tienen misiones profesionales en la casa del fútbol.
La AFA permanecía cerrada por «higiene sanitaria» y solamente se atendía a través de una ventana, como en una farmacia de turno.
Ni los periodistas acreditados podían ingresar aunque sí hay unos seis equipos móviles de televisión y una importante guardia periodística.