La reunión de Comité Ejecutivo en el predio afista de Ezeiza finalizó anoche de la peor manera, con una amenaza de escisión entre los pro Súper Liga y aquellos que se oponen, lo que cierne sobre la AFA un peligro de intervención a partir de las expresiones del presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, quien afirmó no creer «en los consensos, porque ante la falta de acuerdo llegó el momento de dividir y armar un nuevo torneo con solamente 14 equipos».
Las diferencias entre las partes arrancaron muy temprano, este mediodía, cuando se reunieron los dirigentes del ascenso en Barracas Central, la casa del ‘Chiqui’ Claudio Tapia, su presidente y líder de los clubes chicos, quienes tomaron la decisión de presentarse para dar quórum, a diferencia de lo sucesivo anoche, pero no prestar acuerdo a la creación de la Súper Liga.
Posteriormente a ello Tapia se comunicó telefónicamente con Daniel Angelici y le informó que la divisional de ascenso «se presentará a la reunión, pero para prestar el acuerdo primero se debe elegir presidente de AFA el 30 de junio».
«El torneo debe ser organizado y legislado por la AFA. Y ese mismo día se puede votar la Súper Liga», le aclaró Tapia a Angelici, quien le respondió que no era así como funcionaba la situación y que lo que ellos proponían era tratar el tema en una Asamblea Extraordinaria a realizarse el 9 de junio.
Después, ya cuando las sombras caían sobre el bucólico predio de AFA hubo otra reunión que retrasó en 50 minutos el comienzo de la del Comité Ejecutivo, ya que se realizó un encuentro previo entre los referentes de ambas partes para consensuar un preacuerdo, algo que tampoco fue alcanzado.
Por un lado, los pro Súper Liga fueron encabezados por Angelici y el titular sanlorencista Matías Lammens, y por los que tienen reservas al respecto dieron la cara Daniel Ferreiro, vicepresidente de Nueva Chicago, y José Mansur, presidente de Godoy Cruz.
«Hay que elegir primero el presidente y después arreglar como se juegan los campeonatos. Una intervención sería nociva», opinó Nicolás Russo antes de ingresar a la reunión.
Pero una vez dentro de ella el presidente de Lanús iba a ser protagonista de un fuerte enfrentamiento con Angelici, cuando el titular boquense sostuvo, ante la falta de acuerdo: «entonces yo hago la Súper Liga con 14 clubes y listo. Yo no creo en los consensos. Llegó la hora de dividir».
Entonces salió a la palestra Russo, quien le advirtió que «eso no se puede hacer, porque acto seguido cae la intervención y te quedás afuera de la Libertadores».
«Esto que dijo Angelici lo tomamos muy mal porque es una imposición y no está bien que si hay democracia nos quieran llevar por delante. No se puede realizar un nuevo torneo con amenazas y apretadas», apuntó por su parte el titular de Defensores de Belgrano, Marcelo Achile.
Previamente Tapia hizo una amplia exposición respecto de las razones por las que el ascenso quiere conocer «a fondo» los pormenores del funcionamiento de la Súper Liga y después analizar su aceptación, pero siempre aferrándose al 30 de junio como fecha conjunta para elegir además presidente de AFA, cargo para el que se proyecta justamente con el apoyo de los clubes del ascenso y un ‘grande’ como Independiente, al que preside justamente su suegro, Hugo Moyano.
La ‘movida’ de Tapia, a la sazón también vicepresidente del Ceamse, tiene como objetivo que ese día, una vez designado el nuevo presidente, los que impulsan la Súper Liga no alcancen las 4/5 partes de los votos de los asambleístas (60 de 75) que se necesitan para su aprobación.
De la reunión de esta noche de Comité Ejecutivo participaron 36 de sus 44 miembros y nada se resolvió, porque las partes endurecieron sus posiciones en vez de flexibilizarlas en pos de un acuerdo.
Por eso no sonaron descabelladas las advertencias de Russo, dado que si se da una intervención política o económica de la AFA, esta será inmediatamente desafiliada por la FIFA, por lo que sus equipos de clubes así como la selección nacional no podrían representarla internacionalmente en ninguna competencia, algo que no sucedería si fuera intervenida solamente en la faz administrativa.
Sin tiempos establecidos para nuevas reuniones formales y con enconos en aumento, el fútbol argentino dio esta noche un nuevo paso en reversa, mientras el técnico del seleccionado nacional, Gerardo Martino se prepara para dar el próximo viernes la lista de 23 futbolistas que participarán de la Copa América Centenario, de los Estados Unidos, sin importarle demasiado que hace siete meses que no cobra su sueldo y que, si llegara por caso una intervención a la AFA que no le abona su salario, ni siquiera podría jugar ese torneo.