El ex director general de Aduanas Carlos Alberto Sánchez denunció anteayer penalmente al subdirector de Operaciones Impositivas del Interior de la Afip, Jaime Mecikovsky, envuelto en un escándalo por “filtración” de datos bajo secreto fiscal desde el organismo recaudador, con objetivos políticos. Toda La Casa –como se denomina al ente dirigido por Alberto Abad– atraviesa una convulsión luego de que saliera a la luz una investigación por la posible confección de dossiers con información sensible de contribuyentes políticamente expuestos, en la que se busca saber si se conformó un task force para esas tareas prohibidas por la ley. Los allanamientos realizados por la Justicia federal en su sede central la semana pasada obligaron a febriles reuniones que incluyeron una dura respuesta de quien aparece imputado por el fiscal Eduardo Taiano por violación de secretos.
Sánchez presentó en mesa de entradas de los Tribunales de Comodoro Py una denuncia contra Mecikovsky por los delitos de “falso testimonio, incumplimiento de los deberes de funcionario público, calumnias, injurias, defraudación por ocultación de expediente y defraudación por fraude en la construcción”. El expediente 6125/2016 recayó sobre el juez Claudio Bonadio, quien a su vez tiene en su escritorio las medidas solicitadas por Taiano para avanzar en la denuncia que reveló una maniobra en la cual se le suministraría, de modo ilegal, informes fiscales a la diputada Elisa Carrió, quien también fue acusada por la fiscalía. Carlos Rívolo está de turno con el magistrado pero primero deberá definir si debe excusarse o no, como lo hizo la primera vez por haber estado denunciado el actual N° 2 de la Afip, Horacio Castagnola. La denuncia de Sánchez está vinculada con la declaración testimonial de Mecikovsky en la causa por lavado de dinero que involucra a Lázaro Báez.
Allí sostuvo que el ex funcionario “respondía a Jorge Capitanich” y que “participó de la protección y abaratamiento de costos desde el Estado” en favor de Báez, hoy preso en Ezeiza. Lo señaló por encubrir al empresario acusado de lavar dinero. Esta denuncia se acumula a la que detonó la semana pasada cuando Ámbito Financiero reveló la trama que investiga la Justicia por presuntas filtraciones y confección de carpetas con datos fiscales de personalidades políticas y empresas que aparecían en medios de comunicación o permitían alimentar denuncias judiciales. El jueves se llevaron a cabo allanamientos en una causa conexa por asociación y enriquecimiento ilícitos contra Mecikovsky y Eliseo Devoto, director de Asuntos Jurídicos de la Afip.
Del domicilio del funcionario secuestraron dos computadoras que son peritadas por la División Apoyo Tecnológico de la Policía Federal porque contendrían “elementos de interés para la causa” que lleva adelante Luis Rodríguez, quien ordenó tres operativos simultáneos en el expediente donde se lo acusa de brindar protección a empresas contratistas del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Momento difícil
Esto –sumado a su propia imputación– obligó a Abad a reunir a su tropa (todos los subdirectores nacionales) a la que intentó llevar “tranquilidad” pese a lo convulsionado del ambiente. Reconoció un “momento difícil para el organismo” pero consideró que “las denuncias quizá no lleguen a nada”. El mensaje de “está todo controlado” que bajó a “la Línea” contrastó con algunas señales que recibió desde el Poder Ejecutivo, donde miran con desconfianza el escándalo en el que quedó envuelta la Afip, potenciado por la nueva embestida de Carrió contra los jueces federales y, en especial, sobre el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, una de las primeras víctimas de lo que integrantes del organismo definieron como una “Side paralela”. Puertas adentro, Abad afirma no estar atornillado al cargo. En el gobierno tenían un plan de recambio que debió trastocarse: el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, tenía previsto asumir en agosto la jefatura de la Afip, pero el escándalo por los Panamá Papers obligó a posponer esa movida.
Respuesta
Tras los allanamientos, Mecikovsky replicó la decisión en duros términos a través de un correo electrónico que envió a todos los directores regionales del país, a Devoto (quien en una reunión con su gente se desligó de cualquier decisión operativa sobre las consultas a contribuyentes), al director de Auditoría, Néstor Sosa, y al tándem Abad-Castagnola. Allí sostuvo que, por orden de ellos, comunicaba la veracidad de los allanamientos realizados por la Justicia, pero que no guardaba relación con los hechos investigados. Anunció además que se presentaría ante la Justicia para hacer su descargo. “No he mantenido ningún contacto personal ni con la doctora (Elisa) Carrió ni con la doctora (Margarita) Stolbizer”, sostuvo, aunque a continuación afirmó que esto “pese a que las admiro profundamente en lo personal y por su acción contra el fascismo vernáculo que feneció el 10/12/2015” en alusión al kirchnerismo. En su misiva, Mecikovsky también elogió a Laura Alonso, Patricia Bullrich y Ernesto Sanz, dejando en claro de qué lado de “la grieta” se encuentra.
“Resulta casi natural que los delincuentes se defiendan”, sostuvo, algo que relacionó con los allanamientos dispuestos por la Justicia, algo que consideró “esperable”. “Las áreas centrales de Afip ya han establecido quiénes incurrieron en tales delitos”, apuntó acerca de la confección de dossiers bajo secreto fiscal, los cuales, dijo, se sabía quiénes los ordenaban y confirmó su hallazgo.
“Está probado que hubo al menos dos grupos de tareas de ese tipo entre los meses de junio y diciembre de 2015”, confirmó Mecikovsky, uno de los disparadores del escándalo desatado dentro de Afip. “Esto es una disyuntiva entre la mafia y las instituciones y nuestra acción no consistirá en violar la ley sino en resguardarla”, señaló, atribuyéndole la frase a Abad. “No somos como ellos” remarcó y para graficarlo adecuadamente agregó una frase: “No nos comeremos a los caníbales”.