En 2008 Lubitz había tenido que dejar su formación como piloto por una «depresión severa» de la que también fue tratado durante año y medio.
La aerolínea Lufthansa, propietaria de Germanwings, explicó este jueves que «el piloto había pasado todas sus pruebas y todos sus exámenes médicos».
«Él estaba al cien por cien de condiciones para volar sin restricciones», afirmó Carsten Spohr, jefe de la compañía, consigna hoy el diario El Mundo de España en su verión web.
La policía alemana encontró después de registrar la casa de los padres del copiloto y su apartamento en Düsseldorf y Montabaur una «pista clave» que serviría para explicar la tragedia, según reveló un portavoz de la policía al ‘Daily Mail’.
Sin embargo, aunque no han querido revelar ningún detalle de la pista encontrada, sí han explicado que no se trata de una nota de suicidio.
Según el diario ‘Bild’, esta pista sería el dossier médico de Lubitz donde se demuestra que sufría depresión y estaba medicado. La policía registró durante más de cuatro horas un apartamento propiedad de Lubitz valorado en 400.000 libras y la casa de sus padres. Los investigadores creen que Andreas Lubitz vivía entre las dos viviendas.
‘Hemos encontrado algo que ahora mismo se está analizando. No podemos decir lo que es en este momento pero puedo decir que es un indicio muy significativo para explicar lo que ha sucedido. Esperamos que pueda despejar algunas incógnitas», afirmaba un portavoz de la policía tras finalizar el registro en el que las autoridades se incautaron del PC, el portátil y otros archivos de Lubitz.
La investigación se centra en las motivaciones de Lubitz, un ciudadano alemán que se unió a la aerolínea de bajo coste Germanwings, propiedad de Lufthansa, en septiembre de 2013 y que tenía sólo 630 horas de tiempo de vuelo -en comparación con las 6 mil horas de vuelo el capitán.