Los investigadores están convencidos que la tonelada de cocaína que fue secuestrada este miércoles en México en un avión privado que había partido de Salta no fue cargada en Argentina, donde tres organismos hicieron controles de rutina, incluidos perros rastreadores de drogas, que no hallaron ninguna irregularidad.
El jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), José Glinski, aseguró esta mañana que tiene «la certeza» que el cargamento «no fue introducido dentro del avión» en el aeropuerto de Salta, sino que aterrizó de manera clandestina «en algún otro país de Latinoamérica» donde se subió la droga.
«El avión que fue encontrado en México vino a Salta para bajar la evaluación de riesgo que tenía ese vuelo suponiendo que era menos riesgoso que partiera de Argentina que de otro lugar de América latina», dijo en declaraciones a TN.
Según el funcionario nacional, al momento de ser detenidos, los pilotos contaron a los investigadores mexicanos que habían venido a Salta «a buscar dos pasajeros que nunca existieron. Los nombres que dieron los tripulantes los chequeamos y eran apócrifos, no existían».
«Lo que sí pudo comprobarse que ese avión hizo combustible en nuestro país pero entendemos que fue una maniobra de simulación», agregó.
Glinski explicó que si bien el avión tenía un plan de vuelo que estaba en regla, «hay algunas líneas de investigación que señalan que habría bajado en algún otro lugar de América latina, lo que lo convirtió en un vuelo irregular».
Para que ese aterrizaje clandestino pueda llevarse a cabo, el jefe de la PSA afirmó que lo que hicieron los pilotos fue «apagar el ‘Transpoter’, que es básicamente el aparato que emite la señal para que las torres de control sepan cuál es su ruta».
«Dejó de emitir las señales de comunicación, se perdió su rastro, bajó en algún lugar y volvió a despegar. Eso hizo que le llame la atención a las autoridades mexicanas y por eso lo interceptaron y lo hicieron aterrizar».
Durante la jornada de ayer, la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana indicó en un comunicado de prensa que mediante su Sistema Integral de Vigilancia Aérea se detectó «una aeronave ilícita en aguas nacionales, procedente de Argentina y con destino a Cozumel», en el estado de Quintana Roo, por lo que se «desplegaron aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana con el fin de realizar el seguimiento».
Luego, confirmaron que dentro de la aeronave fueron hallados paquetes con cocaína y que el total de droga alcanzó los mil kilos.
«Evidentemente, dentro de México había algún enlace que estaba encargado de preparar todas las cuestiones vinculadas al ocultamiento del vuelo, porque está claro que no había ocultamiento de la droga», dijo Glinski.
El funcionario aclaró que si bien puede resultar sospechoso que un avión aterrice en un aeropuerto argentino y vuelva a despegar sin ningún pasajero, «los controles que se hicieron en el país fueron excelentes».
«Fueron tres los organismos que hicieron los controles de rutina, se hizo la inspección del avión con perros en busca de narcórticos, también Aduana y Sanidad de Frontera», explicó.
Respecto a los pilotos, que fueron detenidos en México cuando aterrizó la aeronave, Glinski aclaró que era «la primera vez que viajaban juntos, aunque habían venido infinidad de veces a Argentina en vuelos comerciales y privados».
Finalmente, afirmó que «este tipo de procedimientos son muy grandes, no hubo mula, no hubo eslabones finos de la cadena de narcotráfico, sino que estamos hablando de grandes narcos que operan a nivel global» y dijo que la droga secuestrada está valuada «en millones y millones de dólares».