Un confuso episodio de violencia en la madrugada de este jueves involucró a un policía fedeal y al menos otras cuatro personas, todas detenidas, una de las cuales quedó internada en grave estado con siete balazos. El agente declaró que lo abordaron desde un auto para robarle mientras caminaba con su esposa y que repelió el intento con su arma de fuego.
El inicio de la saga fue alrededor de la 1.30 en Perú y San Lorenzo, barrio Belgrano. Allí, el sargento 1° de la Federal Antenor Salvador B., de 50 años, expuso su relato a policías del Comando que arribaron al lugar tras su propio llamado y el de vecinos. Dijo que caminaba por la calle con su esposa cuando cinco personas en un auto intentaron asaltarlo, y que se resistió con su arma. Agregó que él no había sido herido y que desconocía si había lesionado a alguno de sus presuntos atacantes.
En paralelo, el destacamento policial del Hospital Alberdi informó el ingreso de un joven herido de bala. Ese parte indica que a Cristian Emanuel G., de 27 años, lo habían llevado hasta el centro de salud en un Citröen Xsara gris. De acuerdo al parte médico, el muchacho ingresó con siete heridas de arma de fuego repartidas entre pecho, pelvis, brazos y piernas. Por la gravedad de las lesiones, lo derivaron al Hospital Eva Perón, donde quedó en calidad de detenido y en estado de salud reservado.
Con la información de la dirección del muchacho, móviles del Comando iniciaron patrullajes en la zona de ese domicilio, Pasaje Miller al 1100, en barrio Parque Casas. A dos cuadras de allí, encontraron el automóvil que dejó al herido en el Hospital Alberdi. Y cerca, dieron con dos personas sospachadas de participar en el hecho: Elisabeth Gisela P, de 38 años, y Brian Horacio G., de 32, ambos con el mismo domicilio legal. Con información de calle, encontraron cerca a otro supuesto implicado, Esteban Lucas D., de 28 años.
El Citröen Xsara presenta cuatro impactos de bala y en el interior hallaron dos plomos. En el lugar donde comenzó el derrotero, Perú y San Lorenzo, personal de la Agencia de Investigación Criminal, entre las medidas de rigor, secuestró el arma reglamentaria del agente federal, una Bersa Thunder calibre 9 milímetros, y levantó 9 vainas servidas más un plomo. En el cargador de la pistola –de 17 alojamientos– quedaron siete cartuchos intactos.
El caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno, Gastón Ávila.
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