La audiencia desarrollada este jueves en la sede del Ministerio de Trabajo santafesino entre el gremio de la Alimentación y la empresa de capitales austríacos Agrana Fruit, que comunicó la decisión de mudar su producción de procesado de frutillas desde Coronda a la ciudad de Bella Vista, en Corrientes, culminó con una garantía de continuidad laboral y cobro de salarios de los 55 empleados en riesgo. Al menos, mientras dure el análisis del procedimiento de crisis presentado por la firma. El sindicato, incluso, reclamó que a través de la Cancillería argentina se solicite la intervención de la embajada de Austria.
El abogado del gremio de la Alimentación, Juan Manuel Pusineri, insistió en diálogo con El Ciudadano en que la meta es que la empresa revise su decisión de mudar el procesamiento de frutillas a Corrientes, dejando en territorio santafesino sólo lo básico para el tratamiento primario de la materia prima: apenas unas cámaras de frío y casi nada de personal.
Lo que se abrió a partir de la audiencia en la sede de la cartera laboral es una instancia de negociación que tendrá como próximo hito un nuevo encuentro pautado para el martes próximo. En este proceso, lo que se debate es la pertinencia o no del pedido de procedimiento preventivo de crisis cursado por la compañía austríaca, lo que le permite abonarle a los empleados que despida las indemnizaciones al 50%. La firma aduce que debe enfrentar la caída del mercado y de su rentabilidad optimizando la producción. Este jueves se consiguió garantizar la continuidad del trabajo de los 55 empleados en tanto sigan las actuaciones de la oficina que comanda Julio Genesini. A partir del lunes, toda la planta volverá a realizar tareas en la fábrica, aunque aún no está claro si con la producción normal, que fue suspendida y requiere tiempo retomar, o con otras ocupaciones. De todos modos, seguirán percibiendo sus actuales salarios.
El sindicato reclamó que la firma presente toda la documentación que respalda su voluntad de mudar la producción a la fábrica que compró en Corrientes y que pertenecía a una compañía competidora: Main Process SA, que hoy emplea a 175 trabajadores. La adquisición, de acuerdo a un comunicado de la austríaca fechado a inicios de diciembre pasado, fue del total de las acciones. Lo que se presume, en ese sentido, es una estrategia para cartelizar el negocio por parte de los austríacos y, además, minimizar las erogaciones laborales: de una planta laboral bajo convenio en Santa Fe pasar a otra de personal transitorio y precarizado en Corrientes.
Otro de los reclamos del gremio es poder discutir, de acá en más, con interlocutores que tengan poder de decisión, ya que los letrados y el gerente local de la firma que se hicieron presentes en la cartera laboral no estaban autorizados a negociar cambios en las posturas corporativas. Y también, que intervenga el Ministerio de la Producción, que dirige Luis Contigiani.
En la Legislatura
En la sesión de este jueves de la Cámara de Diputados de la provincia, se hizo un aparte para expresar el malestar por ante el posible cierre de la planta de Agrana Fruit en Coronda. Los legisladores solicitaron a la Casa Gris que tome cartas en el asunto para interceder
«Elevamos este proyecto de declaración en conjunto todos los diputados ante la decisión de la empresa de poner en riesgo a 60 familias», señaló el integrante de la bancada socialista Miguel Solís.