Por Cosecha Roja
La locutora Claudia Vázquez estaba conduciendo “Las Mañanitas” –su programa en radio Bohemia de San Juan–, cuando entró al estudio el director y le dijo que se fuera.
—Tengo que guardar mis cosas…
—¡Guardalas! ¡Ya! No voy a hablar con vos, ¡Guardalas!
—Estoy haciendo el programa, no me podés tratar así, tengo que hacer los sorteos.
—Estás con gente demasiado buena para vos, basura, infeliz, ¡qué mierda tenés que hablar! ¡Por qué hablás! ¡Te he dado la vida, te he hecho la mierda que sos por fuera! ¡Sos una hija de puta! ¡Callate!
El director de la radio, Rodolfo Ridao, estaba sacado y se le notaba desde lejos. Claudia le pidió que la dejara automatizar la radio para que saliera música. Él fue quien abrió el potenciómetro y por eso los insultos salieron al aire. Los oyentes del programa escucharon golpes contra los muebles y revoleo de papeles. La grabación termina cuando Ridao le dice: “¡Salí porque no respondo de mí! ¿Vos te creés que no te puedo hacer mierda?”.
En una transmisión en vivo por Facebook Claudia dijo que la violencia que mostró Ridao no era algo nuevo: “Golpeó con el puño la puerta, tiró al piso mi equipo del mate, me agarró de los brazos y me rasguñó, llegó a amagar con tirarme la silla por la cabeza”.
Un oyente alertó al 911. Claudia le pidió al agresor que la dejara tomar sus cosas e irse y en la puerta de la radio se encontró con un patrullero.
“Ya vengo recibiendo hostigamiento de hace mucho tiempo, no puedo dejar de trabajar porque tengo tres hijos que mantener. Uno de ellos tiene discapacidad. Acá me hicieron la guerra. He recibido amenazas de él y su familia si colocaba la denuncia. He recibido amenazas de muerte”, dijo la locutora.
¿Qué hubiera pasado si la agresión que vivió Claudia no salía al aire? ¿Le hubieran creído? ¿Cuántas otras veces habrá sufrido un ataque similar? La violencia que sufrió Claudia es un extremo de otras violencias que suelen naturalizarse en los estudios de radio: mujeres que deben soportar comentarios machistas y misóginos sobre otras mujeres o sobre ellas mismas, ostentaciones de poder y distribución de roles para nada equitativa.
“¿Cómo impacta y qué implica que el dueño del medio donde trabajás te hostigue, violente física y psicológicamente, maltrate, humille y no poder decir nada para no perder la fuente de trabajo?”, se pregunta el colectivo de radialistas feministas “Nos quemaron x brujas”, que en 2017 hizo un informe sobre la participación de mujeres en las radios.
“Este caso de Claudia está atravesado por casi todas las violencias: física mediática, psicológica, laboral. Es un entramado muy complicado que ya le venía pasando, según dijo, pero no podía denunciarlo porque tenía temor a perder el trabajo. Porque cuando te organizás te pueden echar”, dijo a Cosecha Roja Laura Mangialavori, integrante de Nos quemaron x brujas.
El monitoreo reflejó una situación crítica en cuanto a paridad de géneros en las transmisiones radiales, ya que se escuchan principalmente voces masculinas con el 69% de los programas conducidos por hombres. En las columnas de política las mujeres sólo tenían un 14% de participación mientras que la voz de los varones se legitima con un 86% de espacio al aire. Ninguno de los programas mencionados tiene a una mujer en la columna de deportes, economía o humor, secciones con protagonismo absolutamente varonil. El único rubro con mayor cantidad de presencia femenina es el de espectáculos donde el 43% de voces al aire pertenece a las mujeres.
“Definitivamente que en este caso tuvo las repercusiones que tuvo porque salió al aire, hay una naturalización de lo que escuchamos y a quien revalidamos como las voces autorizadas”, opina Mangialavori.
En noviembre se realizará el encuentro de radialistas feministas en Rosario, y el caso de radio Bohemia seguramente estará en la agenda de las charlas.
“Uno piensa que no podés pero hoy me convencí de que sí se puede salir adelante y que no puedo estar más en este medio. Este hombre tiene una mujer que está enferma de los celos y yo no tengo la culpa de eso”, dijo Claudia y pidió perdón a sus oyentes por no poder terminar de hacer el programa.
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires se solidarizó con Claudia a través de un comunicado en las redes. Pero poco sororxs, el grupo de radio Bohemia y de los Clásicos hicieron un video en apoyo al director de la radio, donde pusieron en duda la denuncia de su compañera. “Ante este hecho todos corremos el riesgo de quedarnos sin trabajo, puede que sea veraz o no, eso lo va a determinar la Justicia, pero nuestros medios de trabajo están en riesgo, por eso queremos dar a conocer lo buena persona que es Rodolfo Ridao”, dijeron minimizando los insultos que todos los oyentes pudieron escuchar.
La denuncia contra Ridao por violencia de género y violencia laboral quedó radicada en la Comisaría de la Mujer.