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Agrupación feminista pide darle una oportunidad al preservativo femenino

El preservativo femenino es casi imposible de conseguir. En la Argentina no tiene fabricación y tampoco está incluido en la lista de métodos anticonceptivos que distribuye gratis el Ministerio de Salud de la Nación.

El preservativo femenino es casi imposible de conseguir. En la Argentina no tiene fabricación y tampoco está incluido en la lista de métodos anticonceptivos que distribuye gratis el Ministerio de Salud de la Nación. Pero el mayor impedimento para su difusión es cultural: prácticamente no se conoce y, por lo tanto, no tiene demanda. La agrupación feminista Las Pauluzzi busca revertir esta situación, brindando información y exigiendo políticas públicas para su difusión gratuita.

Las Pauluzzi exigen políticas públicas para la difusión del preservativo femenino.

Las Pauluzzi, en un proyecto en conjunto con el Centro tecnológico de Plásticos y Elastómeros del Politécnico, presentó, a través Secretaría de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de la UNR, una investigación para el desarrollo local del preservativo femenino.

El proyecto tuvo dos etapas. Por el lado social, la agrupación feminista se encargó de realizar entrevistas y encuestas. Los resultados arrojaron que el 80 por ciento de las mujeres estaría interesada en este método. La mayoría de las entrevistadas destacó la autonomía que el condón femenino les da a las mujeres, ya que ellas deciden colocárselo, independientemente de la decisión de su pareja.

Sin embargo, el preservativo femenino no pasa de ser una novedad pintoresca: se sabe que existe pero casi nadie vio uno.

“No hay ningún impedimiento en cuanto a procesos técnicos ni tecnológicos. Sí hay un impedimiento de tipo cultural”, resumió a El Ciudadano la docente de educación sexual integral y miembro de Las Pauluzzi Claudia Mauri.

El departamento de Polímeros y Elastómeros, por su parte, concluyó que no existen impedimentos para la fabricación del preservativo para mujeres. “Tomamos muestra que nos trajeron desde el exterior e hicimos estudios para conocer el material. Visitamos una empresa que fabrica preservativos masculinos, porque el método para fabricarlos es equivalente. Pero tiene que haber un mercado que lo requiera, describió Melina Heredia, docente terciaria del Politécnico.

El condón femenino existe en el mercado desde 1993. En la Argentina, durante el uno a uno menemista era posible conseguirlo en farmacias. Debido a su baja demanda y la devaluación del peso, su disponibilidad fue mermando, ya que no se importó más. Hoy, algunas tiendas online lo venden a 100 pesos la unidad. Su uso, tal como su par masculino, es para una sola ocasión.

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