Durante la segunda presidencia de Pablo Scarabino, un monotributista de la más baja categoría le reclamó al club 1.300.000 dólares. Aquella dirigencia, antes de ser desplazada, le pagó una parte. La otra, el prestamista la judicializó. Ahora, la Justicia le ordenó a Central abonar 40 millones de pesos. Un fallo que en Arroyito genera ahogo económico en una coyuntura donde la prioridad es reducir el pasivo de la institución, todo esto en el marco de un fuerte ajuste en el fútbol profesional.
Las autoridades de Central anunciaron este martes el fallo adverso mediante un comunicado que se difundió por las redes sociales oficiales del club de Arroyito: “El Club Atlético Rosario Central informa a los socios y las socias, hinchas, simpatizantes y público en general que el día 05 de abril del corriente año, el Club ha recibido un embargo, por poco más de $40.000.000, caratulado como “Álvarez Juan Carlos C/Club Atlético Rosario Central”. Esta problemática legal tiene data de inicio del expediente en tribunales en el año 2009. Cabe recordar y mencionar que el club ha tenido que afrontar en el último periodo de tiempo otros pagos por juicios desfavorables que datan de bastante tiempo atrás, como son los casos emblemáticos de Roberto Acuña (se inició en el 2008 y se pagó en 2021), Rinaldi (inicio juicio junio 2014), Soler (inicio de juicio 2008), Leo Astrada (inició 2007), Club Combate de San Lorenzo (inicio en el 2009), entre otros. Desde fines del 2014 a la fecha, el club tuvo que afrontar el pago de casi U$S 9.000.000 aproximadamente, todos relacionados a juicios iniciados desde el año 2004 y resueltos con veredictos desde fin del 2014 a la fecha”.