En casa, bajo el colchón, detrás del ropero o en cualquier «hueco», muchos argentinos atesoran dólares fuera de las entidades financieras por temor, fundado en la historia, a un nuevo corralito. Sin embargo, cuando por la recesión o para un gasto extraordinario había obligación de a cambiarlos por pesos, esos billetes eran tomados a menos de su valor por deterioro o por ediciones antigüas, como los llamados de «cara chica» por el tamaño del rostro de George Washington. El Banco Central ofrece ahora un alivio: «Las personas que tienen dólares deteriorados, manchados o de series anteriores tendrán más facilidades para depositarlos en cualquier cuenta en las entidades financieras», detalló en un comunicado.
La novedad evita un dolor de cabeza a los ahorristas que, por ejemplo, obtenían por sus divisas «cara chica» hasta un 4% menos en las casas de cambio. Y a aquellos a los que no les aceptaban los verdes envejecidos en operaciones concretadas en moneda extranjera. Las entidades financieras también sufrían las consecuencias, porque muchos clientes no los aceptaban cuando retiraban de sus cuentas esos dólares.
«El BCRA se encargará de enviar esos billetes a la Reserva Federal de los Estados Unidos. Para los bancos, esta operatoria es voluntaria, no tiene costo y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024», se incluye en la decisión de la entidad monetaria que dirige Santiago Bausili.
La novedad se conoció en paralelo con el blanqueo de activos a cargo de la AFIP que busca volcar al mercado los dólares que permanecen fuera del sistema financiero sin que sus poseedores tengan que pagar multas o explicar cómo obtuvieron esas divisas.
