El gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein firmaron ayer un acuerdo con el gobierno nacional que pondrá a Rosario en la vidriera energética. Se trata de un convenio de cooperación para la primera experiencia de “etiquetado de viviendas”, que identificará a los hogares según su eficacia en cuanto a iluminación y temperatura, lo que implica ahorro concreto en electricidad y en gas.
El acuerdo se firmó en el marco de la primera Jornada de Eficiencia Energética en Usos Finales, simposio que sesionó ayer en la sala Rodolfo Walsh de la sede local de Gobierno.
La jornada fue organizada por la Secretaría de Energía de la provincia, y participaron profesionales de todo el país, funcionarios municipales y docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Rosario, junto a referentes del Ministerio de Energía de la Nación, entre ellos Andrea Heins, subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética.
Durante el simposio se expuso sobre el proyecto de “Calificación y Certificación de Eficiencia Energética de Inmuebles destinados a Vivienda”, iniciativa del gobierno nacional que tomó como base la ordenanza 8757, aprobada por el Concejo Municipal en 2011 y vigente desde julio de 2013 en la ciudad.
En ese marco, la jornada finalizó con la firma del acuerdo que rubricó el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, y representantes de los colegios profesionales de Ingeniería Civil, de Arquitectos, Ingenieros Especialistas y el Colegio de Maestros Mayores de Obra y Técnicos de la provincia.
Con la rúbrica, a partir de marzo del año que viene Nación, provincia y municipio realizarán una prueba piloto para la constitución de un sistema de certificación de eficiencia en edificaciones.
En principio serán las construcciones con destino de vivienda. Y en la prueba piloto se certificarán 500 casas en Rosario, que serán evaluadas de acuerdo a sus características de construcción, antigüedad y emplazamiento urbano, y calificadas por su eficiencia energética.
“Las viviendas pueden ser postuladas voluntariamente. La gente puede inscribirse llenando un formulario para que luego vayan los consultores y hagan la certificación”, explicó Verónica Geese, la secretaria de Energía santafesina.
La funcionaria sostuvo que con la propuesta se “busca bajar a tierra mucha teoría que se venía trabajando desde hace tiempo, y que la gente empiece a ver que realmente se pueden hacer cosas en eficiencia energética no con grandes inversiones sino con pequeñas medidas y educación”.
Con todo, también se supo que profesionales colegiados se constituirán en los primeros expertos certificadores de viviendas, tarea que ocupará el primer semestre de 2017, en el marco de un mecanismo para implementar diseños y técnicas de construcción para obtener la máxima eficiencia con el menor uso de energía.
Para ello se evaluarán la correcta aislación, el aprovechamiento del Sol, y los materiales utilizados en cada vivienda.
Los detalles
Según explicó Geese, el proyecto del gobierno nacional se caracteriza por ser similar al llamado etiquetado de electrodomésticos, que categoriza, por ejemplo, heladeras y equipos de refrigeración.
Ello se realiza con las letras A, B, C, D, E, F, G, H, I y J y colores verdes, amarillo, naranja y rojo según el ahorro –o no– de energía que garantizan respecto a un equipo estandarizado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial.
La idea es categorizar los inmuebles de modo similar, reconociendo la mayor o menor eficiencia energética, lo que se traduce en ahorro de electricidad y gas.
“Si se cambia la conducta bajan las tarifas”
El ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, señaló ayer que es “el cambio de política el que llevará a tener un manejo eficiente de energía para reducir la importación”.
“Celebro la oportunidad que nos da Rosario de trabajar mancomunadamente para generar políticas de ahorro y eficiencia energética. Es importante para el futuro energético de Argentina”, agregó.
En ese sentido, el titular de Energía de la Nación destacó: “Si todos consideramos que la forma más barata de generar energía es a partir del ahorro, vamos a tomar conciencia de que tenemos una oportunidad a partir del cambio de conducta de consumo de lograr que las tarifas sean más bajas”.
“Vamos a generar una conciencia en la población que permita que el poder adquisitivo alcance para pagar la energía consumida, y también para mejorar la calidad de vida”, manifestó el funcionario.
Al mismo tiempo, Aranguren expresó que “los problemas se resuelven tratando de recuperar los costos de producción de energía en la tarifa, y ayudar a aquellos que no tienen un poder adquisitivo a partir de la implementación de una tarifa social”.
Por su parte, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, dijo que “no sólo tenemos que pensar en producir energía, sino en usar eficientemente ese recurso porque producir energía tiene costos económicos y también ambientales”.
“No podemos seguir sobreexplotando los recursos naturales del planeta al ritmo que lo venimos haciendo, porque la humanidad no tiene futuro de esa manera”, enfatizó el gobernador.
A su vez, el ex intendente local consideró que “esta vuelta de tuerca que le estamos dando al problema energético con políticas articuladas desde todos los niveles del Estado y a partir de una conciencia en los ciudadanos, generan un espacio propicio para avanzar en la eficiencia energética y el ahorro”.
Y finalizó: “La mejor forma de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos es apostar a un uso racional de la energía, y que la energía llegue a todos los rincones del interior”.