Gamboa cambia. Es lógico si se tiene en cuenta los malos resultados, aunque sorprende con algunos nombres, que suenan a movidas más tribuneras que llenas de convicción. Newell’s visita a Gimnasia con muchos cambios, una muestra de que el DT entiende que más allá del apoyo de la nueva dirigencia, los resultados mandan. Y en el Parque no aparecen.
La salida de Alan Aguerre es sorpresiva, puertas afuera y también puertas adentro. El arquero leproso tuvo algunos errores puntuales, pero también salvó varias veces la ropa. Si Gamboa confía en Ramiro Macagno está bien, si lo hace porque la gente cuestionó a Aguerre por no salir a cortar un centro, es un problema.
Lo mismo pasó con Maxi, que de no jugar pasó a casi titular en una semana, justo cuando el hincha empezó a reclamarlo. Ahora no viaja a La Plata por un tema físico, pero su inclusión ante Vélez tuvo un tinte demagógico, más allá de que la Fiera demostró que debía estar más minutos en cancha.
El doble cinco también cambia. La suspensión de Sforza dio lugar a la salida de Maccari. Van Calcaterra y Belluschi, tal vez la opción que el DT debió pensar en la segunda parte ante Vélez, en lugar de poner a Nico Castro de cinco y sacarlo de su zona de valor.
Arriba por ahora banca. Comba se sostiene corriendo, aunque cerca del área aporta nada. Tal vez siga un partido más por esa famosa «ley del ex» y no sería descabellado que sea así. Los de afuera tampoco hacen mucho para poner en riesgo su titularidad, aunque Garro, con muchísimos minutos menos, hizo o provocó más goles. Y Giani también.
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Gamboa cambia, poque Newell’s necesita un cimbronazo, algo que mueva la estructura y lo lleve a conseguir buenos resultados. Si esos cambios forman parte de una idea real, si se apoyan en convicciones, si el DT considera que son los necesarios para salir del pozo, bienvenido sean. Pero hay sensación a manotazo de ahogado, a movida tribunera para conseguir respaldo de la gente, esa que cuestiona fuerte.
Por ahora la dirigencia banca al DT. Pero Gamboa sabe que el fútbol se apoya en resultados. Y ese aval que hoy es genuino, puede pasar a ser más inestable. Newell’s debe empezar a ganar. Por eso el técnico movió la estantería. Convencido o no, entendió que debía cambiar.
