Agarrarse el dedo con la puerta, abrir la caja de fósforos al revés, que la tostada caiga del lado de la mermelada y perder el colectivo están entre las cosas que más insultos generan en la vida cotidiana. Y ni hablar si es lunes antes de ir al trabajo. No importa que en el fondo se sepa que no es para tanto, que hay cosas peores, que hay cáncer, ciclones y hambre en el mundo. Cada vez que aparece esa mezcla entre el azar y la descoordinación toda la sensatez se esfuma y por unos segundos sólo hay lugar para la puteada, sobre todo si se tiene la certeza de haber perdido el transporte. Después viene pensar, calmarse y esperar el siguiente bondi. Pero ese malestar podrá aligerarse un poco desde el año que viene. El rediseño del transporte público de Rosario permitirá saber si el colectivo que se fue era el coche ansiado. Las nuevas unidades llegarán rotuladas con el número de la línea no sólo adelante, sino al costado y atrás.
Muchas de las situaciones antes descritas no tienen más solución que poner la mano bajo el agua, juntar los fósforos o limpiar el piso. Pasan dentro de la casa, donde la distracción, el azar o lo que sea que haya desencadenado el malestar no puede ser regulado por el Estado. En el espacio público aparecen algunas opciones. Para no perder el colectivo se puede usar la aplicación “¿Cuando llega?”, que informa la frecuencia del transporte (si es buena o mala es tema de otra nota sobre enojos urbanos). Pero aun con el celular en mano algo puede fallar y, a 50 metros de la parada y sin ganas de correr, el colectivo puede perderse detrás de un semáforo en verde.
Para controlar un poco esa desazón hace tres años el edil Carlos Comi presentó al Concejo Municipal un proyecto para que todas las unidades del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) tuviesen rotulado el número de la línea tanto en los dos costados como en la parte trasera.
El símbolo debía estar en un tamaño grande y visible por una razón que por sencilla puede parecer obvia. “Como todos los colectivos son de los mismos colores, cuando a la gente se le va no sabe si es el que estaba yendo a tomar”, explicó el Concejal del Frente Progresista Cívico y Social. Saber qué se pierde para enojarse con motivo o para respirar con alivio. El precio de la tranquilidad y de la certeza en un número enorme de tres dígitos.
Como otras decenas de iniciativas que entran al Palacio Vasallo, el documento descansó durante meses en comisión sin muchas posibilidades de ser tratado. Uno de los problemas para su aprobación estaba en los altos costos de inversión porque implicaba re-rotular todas las unidades.
A fines de 2015 a la propuesta le llegó la oportunidad de salir a la calle cuando fue incluida por el Ejecutivo de Rosario en el rediseño del sistema de transporte de la ciudad. Los pliegos de esta reforma incluyen la renovación de todas las unidades del TUP. Y uno de los requisitos a cumplir es la rotulación con los números de línea adelante, a los costados y detrás de cada unidad. Según el concejal, estarán en circulación a comienzos de 2018, de la mano del nuevo sistema.
Cómo será el nuevo sistema de transporte
La semana que viene se conocerán las firmas adjudicatarias del nuevo sistema de transporte urbano de pasajeros, que serán dos privadas y una pública, informaron desde la Municipalidad de Rosario. El rediseño incluye más unidades para mejorar las frecuencias y la eliminación del pago de un 30 por ciento más por la combinación con otra línea. Con el nuevo esquema el boleto podrá usarse para tomar distintos bondis y durará una hora durante el día y dos por la noche.
Las empresas que ganen la licitación tendrán 120 días para poner en marcha el sistema y comenzarán a prestar servicios entre enero y febrero del próximo año. El nuevo esquema tendrá una red primaria de líneas que circularán por los principales corredores de la ciudad; una secundaria, que aumentará la cobertura de la primaria, y una barrial, para lograr conectividad sin necesidad de pasar por el centro.
La red primaria estará formada por líneas que circulan a través de los principales corredores de calles y avenidas. Son 9 líneas de alta frecuencia; 7 líneas de ómnibus convencionales y articulados y 2 líneas eléctricas de trolebuses. Los intervalos promedio propuestos son de 6 y 8 minutos.
La secundaria contará con 23 líneas convencionales que brindarán conectividad en el barrio pero que también los vinculen en forma directa con el área central. Supone intervalos promedio entre 10 y 12 minutos.
Las líneas barriales responden a necesidades de vinculación internas de los distintos barrios que componen la ciudad, que permiten vinculaciones rápidas sin ingresar al área central uniendo a los principales puntos atractores dentro de los distritos. Está compuesta por 8 líneas y supone intervalos de 12 a 15 minutos.