Un empresario local (quien prefirió que no se conozca su nombre) se ofreció a hacerle la fiesta de quince a la adolecente cuya familia fue estafada el fin de semana pasado. La propuesta llegó luego de que el sábado a la noche, cuando debía realizarse el festejo, la chica y los invitados se encontraran con que el salón –ubicado en zona oeste– no estaba habilitado. Tampoco se había contratado el catering, pese a que los padres de la joven pagaron todo previamente.
Juana, la mamá de Daiana, la menor que vio frustrado su festejo de quince el sábado pasado en un local de avenida Presidente Perón al 6800, contó que un empresario rosarino se comunicó para transmitirle que va a hacerse cargo de la fiesta.
“Me llamó para decirme que me ofrecía el mismo salón, la torta, la ambientación, todo sin imponer ninguna condición. Lo hará como un gesto solidario. La fiesta no tendrá ningún costo para nosotros. Se va hacer el domingo 11 de marzo compartida con otra chica que cumple 15, también fue estafada y tampoco pudo celebrar el fin de semana pasado”, contó Juana.
Según la mujer, el empresario no quiere que su nombre trascienda.
“No puedo decir quién es. Sólo que es del rubro boliches bailable. Pidió mi teléfono a los medios de comunicación y me llamó. La verdad es que estamos muy contentos. Con mi familia habíamos quedado desvastados. Esto nos cambió el ánimo. Muestra que aún hay gente buena y desinteresada”, señaló la mamá de Daiana.
La historia
Juana relató que con su marido e hija se venían preparando desde hace un año para el frustrado festejo.
La idea era celebrar con familiares y los amigos de Daiana. Habían pagado 40 mil pesos por el evento.
En ese marco, dijo que el último contacto con la persona que los estafó fue el mismo sábado a las 19.30.
Ella había ido al salón alrededor de las 17. Allí vio que todavía no estaban puestas las mesas ni las sillas. Sin embargo, el organizador de la fiesta le había asegurado que estaba todo en camino. Pero ya al caer la tarde Juana terminó de confirmar que todo era una mentira.
Así, sin comida ni bebida en el horizonte, los familiares de la joven encararon a una mujer que se presentó como la esposa del dueño del local.
La señora, Patricia M., de 46 años, no supo explicar el inconveniente y alimentó más el fastidio.
Rodeada de insultos y puños amenazantes, la bronca no pasó a mayores por intervención de la Policía, aunque la increpada no la sacó gratis: terminó detenida porque el local ni siquiera estaba habilitado. Mientras su marido, Pablo S., aún sigue prófugo. En el caso interviene el juez de Flagrancia Rodrigo Santana.
Desde la Guardia Urbana Municipal confirmaron que el salón sumaba cuatro clausuras previas porque, tras la primera, sus dueños reincidieron tres veces.
En las últimas horas también trascendió que a los Centros Territoriales de Denuncias y Fiscalía llegaron otros 36 casos similares. Aunque Juana contó que son más los estafados.
“Son por lo menos 60 los damnificados, entre fiestas de casamientos y cumpleaños que no se hicieron o no se van a realizar. Hay gente que está pagando y otros que ya entregaron todo. Ya estoy en contacto con ellos”, señaló.