El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, anunció ayer la caducidad de la licencia otorgada a la empresa Fibertel, en el año 2003, para prestar servicios de telecomunicaciones, como internet, y adelantó que el millón de clientes de la compañía contará con el asesoramiento de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) para migrar de proveedor de banda ancha. El Ejecutivo denunció la “violación” de la legislación vigente por parte de la compañía del Grupo Clarín, que de inmediato calificó la decisión como una “persecución ilegal” y avisó que “impugnará la medida”.
“Fibertel y Cablevisión eludieron el marco regulatorio vigente para el sector de telecomunicaciones”, afirmó De Vido en rueda de prensa, para agregar que la caducidad de la licencia quedó establecida en la resolución número 100 de la Secretaría de Comunicaciones firmada ayer por su titular, Carlos Lisandro Salas.
De Vido, por su lado, dijo que la fusión de Fibertel y Cablevisión concretada el año pasado “nunca fue aprobada por el Estado nacional”. Y agregó: “Lo que hemos hecho hoy (por ayer) es denunciar una actitud ilícita por parte de Cablevisión”, para luego abundar: “Lo que no hacemos es autorizar a Cablevisión a dar un servicio de una empresa que se disolvió en el marco de una fusión que el Estado no aprobó”.
Según expresiones del ministro, Cablevisión, que no tiene licencia para dar servicios de internet de banda ancha, continuó ejerciendo las potestades de Fibertel (que sí tenía licencia para dar servicios de telecomunicaciones) pese a que el 15 de enero del año pasado ambas compañías firmaron la disolución de Fibertel ante la Inspección General de Justicia.
Dicha disolución era producto de la “reorganización societaria en el grupo privado, que no recibió la autorización correspondiente de las autoridades regulatorias”. Por ello “está claro que han incumplido la normativa. No puede hacerlo más y queda desautorizada para la prestación de los servicios”, agregó el ministro en la conferencia de prensa realizada en el microcine del Palacio de Hacienda.
A su vez, recordó que “en breve” entrará en vigencia la ley de medios audiovisuales por la cual Cablevisión «está claro que entrará en un proceso de desinversión a lo ancho y a lo largo de la Argentina”. Por ello, el ministro adelantó que Cablevisión “no tiene ninguna posibilidad de dar este servicio, de internet de banda ancha”, consultado sobre la posibilidad de que la firma se hiciera cargo de los clientes de Fibertel.
Según anunció De Vido, y consta en la resolución 100, para “resguardar los intereses de usuarios y clientes de Fibertel se otorga un plazo de 90 días a los efectos que se implementen las medidas necesarias para la migración de los mismos”. Por esa razón los clientes de la empresa ahora sin licencia “pueden elegir la prestadora que quieran para tener el mismo servicio sin pagar más de lo que ya estaban abonando a Fibertel”.
Cablevisión, que seguirá brindando el servicio de TV por cable, calificó a la medida de “ilegal y arbitraria”, indicó que “no tiene antecedentes” y adelantó que la “impugnará de inmediato”. El comunicado de la empresa continuó: “El gobierno pretende dar de baja la licencia del servicio de internet de Cablevisión a través de su marca Fibertel, y afectar no sólo a su más de un millón de clientes, sino a todos los argentinos que hoy pueden contar con una opción competitiva y de vanguardia tecnológica en banda ancha”.
Cablevisión denunció que la medida busca reducir drásticamente la competencia y “consagrar el monopolio de las telefónicas” en el negocio de internet. “La inédita resolución revela una brutal actitud de hostigamiento contra una empresa que fue la primera en introducir internet de alta velocidad en Argentina, hace ya 13 años, al inaugurar el servicio de cable módem, frente a las dos grandes telefónicas, herederas de la red pública”, se defendió la empresa del Grupo Clarín.