Una dupla de artistas rosarinos que a lo largo de los años ha generado recordados materiales en el marco de las escénicas locales, está de regreso. Algo de ese vínculo virtuoso maestro-alumno (al menos en este caso), más allá de que por momentos esos roles se puedan invertir o dejar de lado, se dirime cada vez que se vuelven a juntar para trabajar el talentoso actor, dramaturgo, director y docente rosarino Miguel Franchi con uno de los mejores actores que ha dado la ciudad, Manuel Baella, a lo que se suma ahora un clásico incandescente de la literatura argentina, El Matadero, de Esteban Echeverría.
Esa historia de sangre, esa gran metáfora de la Argentina carnicera que llega hasta el presente donde se ponen en cuestión los intereses creados entre Unitarios y Federales en plena época de barbarie del régimen de Rosas, aparece ahora como Al Matadero, una versión libre, permeable a los acontecimientos del presente, que actualiza formas y modos de relato, porque las ideas y lo que se cuenta son de absoluta vigencia.
Volver a la escena del crimen
Un investigador del presente se sumerge en la historia nacional para reconstruir el crimen narrado en El Matadero de Esteban Echeverría, una obra fundante de la narrativa argentina moderna que marca un registro que impregna gran parte de la literatura nacional hasta el presente. La acción de la obra comienza cuando este investigador se hace presente en la escena que narra El Matadero para tomar declaraciones y esclarecer los hechos que derivaron en aquél crimen.
“La obra tematiza así la cuestión de la violencia política, las fronteras materiales y simbólicas que dividen a la sociedad y los puentes entre el pasado y el presente, a partir de un lenguaje accesible y profundo. La propuesta estética de Al Matadero recupera la tradición del teatro popular para asentar en el cuerpo del actor la construcción poética del acontecimiento”, adelantan desde un equipo que más allá de la actuación de Manuel Baella y la dirección de Miguel Franchi, quienes además comparten la escritura en el proceso de dramaturgia, se completa con la asistencia técnica de Débora Castillo, música original de Carlo Seminara, escenografía de Maxi Arana y Julio Gandini, vestuario de Laura Perales y Lucas Comparetto, edición de video de Santino Chan y gestión cultural de Julia Logiódice.
“No es lo que entendemos como un unipersonal sino que se trata de un trabajo teatral para un solo actor que desarrollamos junto con Miguel Franchi. Yo venía intentando ver de qué forma se podía llevar este texto a escena, porque siempre me interesó y porque es un texto fundacional de la literatura argentina, y después de un largo período de no poder avanzar, me volví a encontrar después de mucho tiempo con Miguel Franchi, un gran maestro del teatro rosarino, pero sobre todo mí maestro de teatro con el cual yo aprendí casi todo lo que sé hacer”, dijo el actor Manu Baella acerca de la génesis de este proyecto.
Y sumó: “Ya en el arranque, empezamos a darle forma a esta versión que es muy libre y personal, porque nos posicionamos a partir de la irrupción de un investigador que indaga en los hechos que sucedieron en aquél matadero de 1838. Y en el mismo sentido, es una versión actualizada, dado que no queríamos quedar ni del lado de los Unitarios ni del lado de los Federales. Lo que buscábamos es una tercera idea, una tercera posición respecto de eso que relata Esteban Echeverría dado que pasaron casi dos siglos. A partir de este concepto, más allá del investigador, aparecen otros personajes que están en El Matadero, como una Achurera, Matasiete, El Carnicero o El Juez, que dan forma a esta otra lectura sobre el clásico”.
Alejar el fósil
Respecto de esos personajes que están dentro de un mismo relato y que el actor se va “cargando” a lo largo del recorrido que propone el material, Baella, que con Franchi concretó otros recordados trabajos como La patria carnicera, planteó: “Para conseguir eso hay un gran trabajo desde la dirección. Fuimos planteando esos fragmentos desde las improvisaciones y después reescribiendo; alguna vez escuché algo que solía decir Norberto Campos que planteaba «si hacemos una obra vieja contémosla con los recursos que tenemos ahora»; yo creo mucho en eso porque de otro modo lo que le acercamos al público es un fósil. Y en el mismo sentido, desde esa actualización, nos interesa que la obra le llegue a un público más joven, que quizás ni conoce el texto, nunca lo leyó, entonces le acercamos un material que parte de algo clásico pero con una mirada contemporánea. De hecho, nos interesa mucho poder llevar la obra a escuelas secundarias y después, como hemos hecho otras veces, abrir algún tipo de debate. Entendemos que a los jóvenes les puede interesar: dura 45 minutos y tiene un ritmo muy vertiginoso que arranca y nunca se detiene hasta el final. Incluso hay algo de lo fragmentado y ríspido que es este presente que también aparece en la obra”.
“El espectáculo tal como está ahora empezó a aparecer a partir de una serie de premisas; lo que buscamos fue abrir El Matadero más allá de que es muy impresionante pensar que es un texto de mediados del siglo XIX, precisamente de 1838, y cuando lo empezás a leer, te das cuenta de inmediato que estamos en el mismo lugar; la gran grieta, los Unitarios y los Federales siguen estando. Somos un país que se construyó a partir de la violencia. Basta con recordar las cartas de Sarmiento a Mitre cuando le dice que no tiene que «economizar sangre de gaucho, porque es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes». Así se movía este país en aquel momento y nos pareció muy oportuno pensar esta obra hoy donde volvimos sobre nuestros pasos, donde hay una historia que se repite y que se actualiza constantemente”, analizó el actor.
Y cerró: “Empezamos a ensayar hace un año y medio, no sabíamos en qué país estaríamos para cuando estemos en condiciones de estrenar, y nos encontramos ahora con esta tremenda coincidencia, con una historia que ya vivimos varios veces. En el mismo sentido, ponernos a pensar este texto en el presente se volvió un gran desafío porque no hay que perder de vista que es un texto escrito por un unitario sobre lo malos que son los Federales; y los Federales degollaban y los Unitarios castraban. Nadie era tan bueno, como tampoco lo son ahora”.
Para agendar
Tras una reciente función preestreno en la sala Saulo Benavente, Al Matadero tendrá su estreno oficial para el público este viernes 5, a partir de las 21, en la sala El Rayo de Salta 2991, donde continuará en cartel los restantes viernes del mes. Las anticipadas con descuento y las entradas sin cargo para los socios de El Rayo, se encuentran disponibles a través del WhatsApp 341-5842730