Un trágico accidente ocurrió el lunes cerca de las Islas Malvinas, cuando el pesquero Argos Georgia, se hundió a unos 370 kilómetros al este de la capital del archipiélago. Este martes, se conoció que tras el incidente hay al menos seis tripulantes muertos, mientras que siete personas siguen desaparecidas y catorce fueron rescatadas con vida. La embarcación, de 54 metros de eslora, se encontraba en medio de una tormenta cuando sufrió una vía de agua, según la información proporcionada por las autoridades marítimas de Malvinas.
El «Argos Georgia», construido en 2018 y operado por la armadora británico-noruega Argos Froyanes, se encontraba a unos 370 kilómetros al este de Malvinas cuando se activó la baliza de emergencia EPIRB, alertando a las autoridades sobre la gravedad de la situación. La tripulación estaba compuesta por 27 personas de diversas nacionalidades, incluyendo españoles, rusos, uruguayos, peruanos e indonesios.
El comunicado de la empresa que fabricó el barco
La empresa armadora Argos Froyanes emitió un breve comunicado, expresando su confianza en el equipo de seguridad del «Argos Georgia» y manteniendo esperanzas de rescatar a los restantes miembros de la tripulación en cuanto mejoren las condiciones climáticas.
Sin embargo, la situación continúa siendo crítica, con equipos de salvamento trabajando contra el reloj para recuperar a los desaparecidos y asegurar la supervivencia de los atrapados en las balsas salvavidas.
«Nuestros tripulantes son verdaderos profesionales y tienen entrenamiento regular para tal situación. Confiamos en su capacidad para utilizar lo mejor posible los equipos de seguridad. Rezamos por nuestros tripulantes y esperamos verlos sanos y salvos en tierra lo antes posible», sostuvieron.
El papel de la Armada Argentina y la cuestión de soberanía
Desde Argentina, la Armada asumió la conducción del caso a través del Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate (MRCC) Ushuaia, destacando que el «Argos Georgia» reportó daños severos por las inclemencias del tiempo, lo que llevó a la tripulación a abandonar el buque en balsas salvavidas. En este contexto, informaron que el MRCC Ushuaia coordinó con las autoridades de las Malvinas y los barcos en la zona para continuar con el rescate.
El impacto de la tragedia también desató una discusión sobre la soberanía en la región. Aunque las Islas Malvinas están dentro de la zona SAR (Search and Rescue) argentina, las condiciones políticas y la necesidad de coordinación generaron tensiones. La falta de acceso inmediato a la zona por parte de las autoridades argentinas plantea un dilema: intervenir podría sentar un precedente negativo para futuras reclamaciones, mientras que la inacción podría tener consecuencias humanitarias graves.
Los sobrevivientes
Mientras tanto, las familias de los sobrevivientes recibieron el llamado de sus familiares, desde los barcos de rescate. La situación sigue evolucionando, y se espera que las autoridades continúen actualizando la información a medida que las condiciones mejoren.
Con una climatología extrema, el buque de patrulla Lilibet recuperó a 13 personas de una balsa salvavidas y el palangrero Robin M. Lee a una persona de otra. El rescate fue complejo por la tormenta, lo que retrasó las operaciones e incrementó la urgencia de la situación.
Las autoridades de las Malvinas han anunciado que reanudarán los esfuerzos de rescate cuando las condiciones meteorológicas mejoren. La situación continúa siendo crítica mientras los equipos de salvamento trabajan contra el reloj para recuperar a los desaparecidos y asegurar la supervivencia de los atrapados en las balsas salvavidas.
Por ahora no fueron identificadas las personas que fueron rescatadas, tampoco los fallecidos. Se espera que en las próximas horas se realice una conferencia de prensa donde se brinden datos más certeros.
