“Estamos intentando agotar todas las instancias. Por un lado hay una instancia administrativa sin concluir, que concluye la semana que viene, y estamos trabajando en eso. Y pedimos públicamente al intendente que por favor espere a que espera que podamos presentar los informes para tomar una decisión”, expresó la artista plástica Florencia Meucci. Ella, junto a Manuel Cucurell, forman el equipo ganador del concurso nacional para renovar la fachada de los Silos Davis, el emplazamiento del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro) y este viernes hicieron una conferencia de prensa para reclamar la continuidad de la obra, que quedó trunca desde hace dos meses. Cuando comenzó la intervención, el día elegido para hacer los primeros trabajos de pintura, el 28 de julio, resultó una jornada sumamente ventosa, y se produjeron salpicaduras en veredas, árboles y vehículos. Desde entonces los artistas quedaron apartados. En su descargo recibieron la solidaridad de referentes de la cultura y del titular del Colegio de Arquitectura y Urbanismo de la provincia, Rubén Palumbo, quien recordó que el proyecto “Paint is not Dead” fue seleccionado sobre 272 trabajos que se presentaron al concurso. “No entendemos cuál es el motivo por el que se lo da de baja, y ahora se lo va a cambiar eligiendo a dedo a un artista que, por más renombre que tenga, no puede reemplazar la validez que tiene un concurso nacional”, sostuvo.
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Al pie de los cilindros que construyó un siglo atrás la firma Plata Cereal Co., los silos del viejo embarcador de granos Kennard Davis, trabajadores comenzaron este último jueves a tapar con pintura la intervención, por orden del Ejecutivo municipal. Las nuevas tareas expresan en la práctica que la decisión es no continuar con el proyecto original, lo que impulsó a los artistas Meucci y Cucurell a romper el silencio que se habían autoimpuesto. En ese marco destacaron que fueron ajenos a la elección del día para el inicio de la obra, en una organización que no tuvo en cuenta las previsiones climáticas para la jornada. Ante ello decidieron abrir un espacio en las redes sociales para contar su versión de los hechos, acción que desembocó en la rueda de prensa de este viernes.
“Tenemos que estar acá y dar explicaciones, sobre todo porque es violenta la imagen de cómo se destruye una obra”, lamentó Cucurell. Y vinculó con “un clima de época” al episodio, un reflejo de “cómo el descontento en redes marca la agenda de los gobiernos”.
Meucci explicó, por su parte, que lanzaron un pronunciamiento en las redes ante la “imposiblidad” de llegar a los medios, que además “comenzaron a publicar cosas que no eran”, y que se conjugaron con opiniones que los culpabilizaron a ambos por el “enchastre”. Y recordó que “el error” que cometieron fue prácticamente forzado: “Hubo una primera performance inaugural donde todo salió maravilloso, todos estaban contentos. Tan contentos, que el lunes armaron una agenda pública para continuar con las acciones durante la semana: el martes forzados por un horario, por el vivo (transmisión) y un corte de calle, se decidió hacer la acción en un momento de muchísimo viento y en el silo menos indicado por la dirección del viento. Una situación en la que nunca en la que nunca pudimos trabajar”, recordó la artista. “Nuestro error fue no ponernos firmes ese día”, continuó.
Meucci remarcó que desde entonces su decisión fue plantarse en las instancias y reuniones que siguieron, y por ello hicieron la convocatoria al pie de los Silos: “Estamos muy seguros de que el proyecto es viable. Y por eso seguimos acá”, insistió la artista. “Y por eso de alguna manera hay tanto apuro en tapar, como para que no podamos demostrar que es viable”, jaqueó. Y apeló a la “posibilidad de diálogo” frente al otro camino de cancelar la obra, que sería una expresión de “arbitrariedad” y “autoritarismo”.
Cucurell también marcó que aun el error no se aleja de la obra artistica: “De repente una cosa abstracta no genera una empatía automática. Pero el arte no está para agradar; el arte es para sacarte de tu espacio de comodidad y obligarte a que tomes partido. Entonces, en ese punto, a nosotros nos deja un una linda perspectiva de todo. Esto que es incómodo, incomodó, y generó un cierto revuelo. Pero en este momento estamos ya en una instancia completamente diferente”.
Con todo, los artistas recurrieron a seguir dando a conocer el proyecto y “todo el trabajo que hay detrás, que también lo carga de sentido”.
“Por eso también fue que hicimos el Instagram, la página web. Ahora bajamos uno de los dispositivos, que son cuatro”, concluyó con la disposición a “seguir firmes” en la pelea para que la obra se concrete.
En la misma línea, el titular del Colegio de Arquitectos sumó que los inconvenientes “no son motivos por los cuales se pudiera anular el concurso como se ha anulado”.
“Nosotros, como Colegio, venimos a respaldar no sólo a nuestros colegas sino al sistema de concursos. Es el sistema más transparente donde se ponen en discusión las distintas propuestas”, marcó Palumbo. Y concluyó recordado que el jurado que eligió el proyecto estuvo integrado por el secretario de Cultura del municipio, un integrante del Macro, la directora de Bellas Artes, una ex secretaria de Planeamiento de la Municipalidad y una artista plástica, y “por unanimidad eligieron este proyecto”.
