El SC Internacional de Porto Alegre se aseguró el tercer puesto de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA al derrotar 4-2 al Seongnam Ilwha FC de la República de Corea en el estadio Zayed Sports City. El encuentro, disputado en Abu Dhabi, marcó la despedida del campeón de América luego de ser eliminado en semifinales por el sorprendente TP Mazembe congoleño.
El conjunto brasileño marcó una diferencia notoria con su rival asiático, al que superó en todos los aspectos de juego. Ya en la primera parte, de hecho, la movilidad de Andrés D’Alessandro y Rafael Sobis generó fútbol y espacios para que los demás volantes llegaran constantemente al área de Jung Sung Ryong.
Así, en la primera acción de peligro, el equipo de Celso Roth abrió el marcador: Alecsandro ganó la banda por la derecha y centró preciso para Tinga, quien con un cabezazo poco ortodoxo anticipó a la salida del portero para enviar el balón a la red.
El colombiano Mauricio Molina aportó su clase habitual en busca del empate, pero su remate de pierna izquierda fue desviado por Renan en una buena intervención.
Parecía que el campeón asiático tenía algo para ofrecer, pero el Inter ratificó su superioridad con una buena jugada de D’Alessandro. El argentino ingresó vacío por la derecha y sirvió un buen pase para que Alecsandro estirara la diferencia con un gran disparo cruzado.
La situación se volvió aún peor para los de Shin Tae Yong antes del descanso, cuando Jang Suk-Won se marchó expulsado por doble amonestación luego de cometerle una falta a Tinga. La remontada se convertía en utopía.
La ventaja, tanto numérica como en el marcador, terminó por afianzar a los brasileños, que manejaron los últimos 45 minutos a su antojo. D’Alessandro fue el maestro de orquesta y obtuvo su merecido premio con un estupendo zurdazo que, desde fuera del área, fue a morir al fondo del arco de Sung Ryong.
De allí en más, el juego se volvió un verdadero monólogo Colorado. El conjunto Gaúcho se hizo fuerte en la presión de Pablo Guiñazú, el despliegue de Tinga y la velocidad de sus delanteros. Alecsandro, ingresando por el fondo, tocó al gol con pierna derecha luego de una buena jugada colectiva , mientras que D’Alessandro estuvo cerca de ampliar la cuenta con un excelente zurdazo que terminó estrellándose contra el poste.
Los últimos minutos tuvieron un tinte emotivo con el ingreso del argentino Roberto Abbondanzieri, quien cerró así su carrera profesional. El portero, a sus 38 años, fue ovacionado en los instantes que ocupó el arco brasileño y ni siquiera los tantos de Molina, con dos zurdazos, logró empañar lo que resultó una despedida dulce tanto para él como para el conjunto Colorado.
Adiós al Pato
Fueron 16 años de carrera y hoy, a los 38, Roberto Abbondanzieri le puso punto final a su carrera como futbolista. Después de transitar un comienzo destacado y caminar un trayecto con obstáculos en Boca, el arquero se adaptó con el tiempo y fue un baluarte en cada título “xeneize” con el correr de los años.
Hoy fue su último partido, como suplente, aunque luego ingresó los últimos 15 minutos para tener su merecido reconocimiento. Se llevó la ovación de los hinchas, y además dos de los cuatro goles del equipo los fueron a festejar con él.
Su ciclo más exitoso fue en Boca, club con el que conquistó 14 de los 17 títulos que ostenta en su currículum. El “Pato” fue campeón con Central de la Copa Conmebol; con Boca de 3 Copas Libertadores, 2 Intercontinentales, 2 Copas Sudamericanas, una Recopa y 6 títulos locales.
A su vez, en Brasil ganó un torneo local y la última edición de la Copa Libertadores. “Estoy disfrutando cada día como si fuera el último, porque está llegando el final. No creo que vaya a sentir pena, porque logré todo lo que quería y sé qué clase de vida quiero llevar después del fútbol”, afirmó el arquero días atrás.
“Estoy listo. Es lógico que me hubiera gustado decir adiós en el estadio La Bombonera llena, jugando para Boca. Pero así es el fútbol. Tuve que venir a Inter donde he sido tratado como un brasileño más”, acotó.
Abbondanzieri además tuvo el privilegio de vestir el buzo de la selección y poder jugar un Mundial. Fue el arquero del seleccionado argentino en Alemania 2006, pero se lesionó y tuvo que salir del campo en cuartos de final ante el equipo anfitrión, que logró pasar la ronda en definición por penales.
Otra lesión, ante Paraguay (1-1) en las eliminatorias del Mundial 2010, en Buenos Aires, merced a un golpe accidental de su compañero Gabriel Heinze en el gol de la escuadra guaraní, lo obligó otra vez a abandonar el arco del seleccionado en septiembre de 2008 y nunca más regresó.
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