Los países de la región Asia Pacífico reafirmaron ayer en Lima su rechazo a “todas las formas de proteccionismo”, en oposición a la cruzada anti- globalización promovida por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Los líderes de las 21 economías del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec) sostuvieron un encuentro con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, para discutir los desafíos de la economía global. Su reunión anual, que comenzó el viernes en la capital peruana, terminó con la adopción de una declaración final que reafirma el compromiso de los países de ambos lados del Pacífico para continuar su integración económica mediante la eliminación de las barreras comerciales.
El presidente estadounidense, Barack Obama, cuya economía es clave en este bloque, cerró en Lima su último viaje oficial al extranjero en sus ocho años de presidencia, con una conferencia de prensa luego de los acuerdos.
En su proyecto de declaración final, al que la AFP accedió, los líderes de la Apec se comprometan a: “Mantener (nuestra) apertura de mercados y la lucha contra todas las formas de proteccionismo” que debilita el comercio y “ralentiza la recuperación de la economía internacional”.
Los miembros del Apec, que se han beneficiado de la globalización, representan el 60 por ciento del comercio mundial y el 40 por ciento de su población. Se comprometen además a no devaluar sus monedas “con fines competitivos” y a trabajar por la creación a largo plazo de un Área de Libre Comercio del Asia-Pacífico totalmente integrada.
Punto de inflexión
También expresaron su preocupación por “la creciente oposición a la globalización” en los Estados Unidos y Europa y “la aparición de tendencias proteccionistas”, aunque hicieron hincapié en la necesidad de una “distribución más justa de los beneficios” de la globalización entre “todos los estratos de la sociedad”.
Se trata de posiciones totalmente contrapuestas a las promesas de campaña de Donald Trump, que planteaba al electorado estadounidense un mayor proteccionismo económico para proteger los empleos industriales contra la competencia de China o México, cuya mano de obra es más barata.
En una posición conciliadora, Obama instó el sábado a la comunidad internacional a “dar una oportunidad” a su sucesor, señalando que no siempre se gobierna como se prometió en campaña.
Durante su novena y última reunión bilateral con Obama, el presidente de China, Xi Jinping, advirtió sin embargo que tras la elección del controvertido multimillonario la relación entre China y Estados Unidos se encuentra en un “punto de inflexión”.
“Espero que ambas partes trabajemos conjuntamente para centrarnos en la cooperación, manejar nuestras diferencias y para asegurar que la transición no tenga problemas y que la relación siga creciendo”, dijo el líder chino.
China va por más
Xi Jinping dejó claro en Lima el objetivo de China de asumir la dirección exclusiva de las negociaciones de libre comercio en la región del Asia-Pacífico, para llenar el vacío que podría dejar la suspensión del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), intensamente promovido por el saliente Obama pero cuestionado por el electo Trump.
“No vamos a cerrar la puerta al mundo exterior, sino que la abriremos más”, sostuvo Xi, y agregó que “la construcción de un Área de Libre Comercio Asia Pacífico es una iniciativa estratégicamente vital para la prosperidad a largo plazo de la región. Debemos abordarla con firmeza”.
Durante su campaña, el magnate de bienes raíces de Estados Unidos había atacado virulentamente el TPP, firmado en 2015 entre los 12 países de la región (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú , Singapur, Vietnam y Estados Unidos), bajo el liderazgo de la administración Obama.
Pero este acuerdo, que dejó a China afuera, requiere la poco probable aprobación del Congreso de Estados Unidos, que estará dominado por los republicanos.
China ha aprovechado la oportunidad para impulsar en Lima la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), un proyecto de acuerdo de libre comercio que integrarían la Asean (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), Australia e India en particular, pero sin Estados Unidos.