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Alberto Fernández dijo que hay jueces “atentos a castigar sin razón a quienes los enfrenten»

La cita pertenece al libro “La Justicia acusada”, donde el mandatario, junto a un grupo de juristas y académicos, ofrece una radiografía sobre la dimensión de la crisis de la Justicia argentina

La Justicia acusada, un libro en el que el presidente Alberto Fernández al frente de un grupo de juristas y académicos ofrece una radiografía sobre la dimensión de la crisis de la Justicia argentina, está en las librerías del país desde este miércoles.

Compilado por Mauro Benente y Federico G. Thea, el libro aborda temas como el lawfare, la selección de jueces y el rol de los fiscales, el rol del Consejo de la Magistratura, el sistema federal de Justicia como disciplinamiento político y la construcción mediática de culpables e inocentes, informó la editorial.

La obra, editada por Sudamericana, también da cuenta de la utilización abusiva de la prisión preventiva, la figura de traición a la patria, la judicialización de decisiones políticas, el Memorándum con Irán y la causa del dólar futuro, entre otros temas.

A partir de la reflexión, la teoría jurídica y el análisis de casos concretos, la obra reúne además textos de Mauro Benente, Roberto Manuel Carlés, Daniel Carral, Carlos Cruz, Nicolás Dallorso, Fernando Díaz Cantón, Marisa Herrera, Cecilia Marcela Hoop, Alan Iud, Gonzalo S. Kodelia, Valeria M. Loira, Fabián Musso, Lisandro Pellegrini, Ana Clara Piechestein, Marcelo Antonio Sgro, Nahuel Sosa, Federico G. Thea y Carlos Zannini.

“Sin justicia independiente del poder político, no hay democracia ni República. Sólo existe una corporación de jueces atentos a satisfacer el deseo del poderoso y a castigar sin razón a quienes lo enfrenten», afirmó Alberto Fernández y aparece publicado en el libro.

«En los últimos años, hemos visto el deterioro judicial, persecuciones indebidas, detenciones arbitrarias inducidas por quienes gobernaban y silenciadas por cierta complacencia mediática. Por eso, este libro viene a manifestar un contundente «Nunca más» a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, «operadores judiciales», procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos», sostuvo.

Y agregó: «Nunca más a una justicia que decide y persigue según los vientos políticos del poder de turno. Nunca más a una justicia que es utilizada para saldar discusiones políticas o que judicializa los disensos para eliminar al adversario. Lo digo con la firmeza de una decisión profunda. Nunca más es nunca más. Porque una justicia demorada y manipulada significa una democracia acosada y denegada”.

“La selección discrecional de magistrados, la manipulación judicial por parte del poder político, la concentración de las causas de dimensión institucional en manos de un puñado de jueces, la utilización indebida (en las formas y en el tiempo) de la prisión preventiva y la perpetuación de indagaciones judiciales que solo operan como mecanismos de amenazas hacia los perseguidos son prácticas que deben ser desterradas de una vez y para siempre”, remarcó el primer mandatario.

En otro de los capítulos del libro se explicó el mecanismo del lawfare: “Una orden de detención se apila sobre otra. Un juez y otro juez, un fiscal y otro fiscal compiten para ver quién es el primero en saciar la sed republicana que pide a gritos encarcelar a cuanto populista ande suelto. Cristina Fernández de Kirchner, Milagro Sala y Rafael Correa en Ecuador fueron algunas de las figuras más codiciadas de esta cruzada mediático-judicial».

«Existe un sinfín de arbitrariedades con las que cada día nos sorprende el Poder Judicial. Pero de lo que se trata es de observar que la articulación que se esconde en cada una de ellas no es casual, sino que responde justamente a esta nueva lógica política del Poder Judicial: el lawfare», advirtió en la cita.

En cuanto al Consejo de la Magistratura, en la obra, señaló: “Los jueces sólo rinden cuentas ante los miembros del Consejo de la Magistratura (donde sus pares son parte). Este libro pretende desentrañar de qué manera se reciben y se tramitan las denuncias contra magistrados y magistradas. A partir del estudio de más de mil resoluciones, es fácil advertir que todo ese proceder muchas veces es ficticio y que aquella rendición de cuentas es prácticamente inexistente”.

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