El precandidato a presidente por el PJ-Unidad Ciudadana, Alberto Fernández, dijo este jueves que «no hay posibilidad de modificar nuestra fórmula (con Cristina Kirchner como postulante a vicepresidenta), ni tampoco en la provincia de Buenos Aires» para la gobernación (Axel Kicillof-Verónica Magario), cuando fue consultado sobre la posibilidad de que Sergio Massa pueda integrar alguno de esos dos binomios.
«Siempre hemos tenido abiertas las puertas para el espacio de Sergio Massa. Todo este tiempo he hablado con él y lo he inducido a pensar la posibilidad de estar juntos. Esa decisión está en Sergio, no está en mi», agregó Fernández en diálogo con radio Continental.
«Podría ser la cabeza de la lista de diputados, pero siempre lo escuché decir que él no quiere volver al Parlamento. Es alguien de un enorme valor, no necesariamente tiene que ser un cargo electivo», indicó el postulante presidencial del kirchnerismo.
Por otra parte, añadió que su fórmula constituye una «posibilidad dentro de un espacio frentista opositor donde hay lugar para Sergio Massa y quien quiera participar».
«Nuestra vocación es pública y notoria, ahora, que él participe es una decisión personal y de su espacio», dijo a pocas horas de que el FR decida cómo continuará su camino electoral.
Sobre la fórmula de Kicillof-Magario, Fernández confió que «está muy bien aceptada por todos, y tiene posibilidad de hacer un buen papel en la provincia de Buenos Aires».
«Gracias a Dios, hasta el momento hemos recibido sólo buenas adhesiones», puntualizó.
Consultado sobre si Massa podría ser candidato a gobernador, respondió que «a esta altura es complejo, en algún momento pudo haber sido, pero se van consolidando decisiones políticas porque estamos ya cerca de la fecha».
Sobre el espacio peronista Alternativa Federal, dijo que está «un poquito confundido, porque hace unos días dijeron que iban a ir a unas PASO, y luego no quedó muy claro, así que no sé qué harán ellos», dijo.
Por otra parte, admitió que mantuvo conversaciones con el economista Guillermo Nielsen y que «sería una locura no consultarle con el nivel de deuda que tenemos», pero valoró que el hecho de que también habla con otros, «y en esas charlas se mezcla mucha gente, y yo no quiero que nadie piense que ya tengo resuelto cuál será el camino en la economía», dijo en función de quién podría ser su eventual ministro.
De todas maneras, Fernández negó haber tenido contacto con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) por el momento; «habló Axel (Kicillof, y a través de él se lo que piensan, pero lo haré si es necesario cuando llegue el momento».
También aclaró el hecho de «que digan que yo hablo con alguien no significa que le haga caso a lo que me dice, sino que lo escuche, no supone otra cosa más que eso».
Y preguntado si imagina ese diálogo con funcionarios del actual gobierno, dijo: «Lo hago, y hablaba también con (Luis) Caputo cuando era secretario de Finanzas, y hablar no quiere decir que estuviera de acuerdo, sino que le contaba las cosas que pensaba, y resulta que tuve razón».
«No creo en la política del encierro, de la soberbia, si tengo mis convicciones y mis certezas, y sé que tengo un problema con la deuda y un problema con la pobreza si me toca asumir, y mi mayor preocupación es que la Argentina termine con la locura, recuperar la convivencia democrática, respetarnos, no tolerarnos y en ese contexto, un presidente tiene que hablar con todos», manifestó Fernández.
Sobre la postura que tiene respecto de los jueces que juzgan a la ex presidenta, remarcó que «todos los poderes se expresan en actos de gobierno, y los de los jueces se llaman sentencias. En la República, todos deben rendir cuentas en sus actos de gobierno, y no entiendo por qué se sienten molestos cuando digo esto».
«Cuántas veces han visto que un juez libera a un preso que sale y mata, y luego se pide que el juez se haga cargo; yo digo lo mismo, tienen que explicar los jueces a las instituciones que se lo reclamen», indicó.
«No logro entender por qué reaccionan como reaccionan», insistió Fernández, y recordó que «yo no he criticado la Justicia en tiempos de Macri, lo hice en los tiempos de Cristina», y aseveró que es una «preocupación» que tuvo «siempre».
Indicó además que en lo personal cree que «las causas contra Cristina, a mi juicio, se han forzado otras investigaciones para involucrarla a ella. Esto lo he dicho siempre».
«Tengo absoluta certeza que si el derecho funciona Cristina no puede ser condenada, pero no soy yo quien lo va a decir, yo tengo la absoluta tranquilidad de que, si el derecho funciona, los tribunales orales no condenarán a Cristina, y hablo de ella, no de otros funcionarios cuyas causas no me ocupé de analizar», dijo.
En otro orden, sobre el aborto, dijo que «es un tema de salud pública» que «divide a la sociedad».
Y repitió que su posición es «despenalizar, como primer paso», y la presencia del Estado en el tema, tras lo cual celebró que se debata sobre la cuestión.
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