El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que «no» se «podría perdonar ver de brazos cruzados cómo la empresa Vicentin se cae y los trabajadores se quedan sin trabajo», y afirmó que, con la intervención, está «tratando de preservar las fuentes de trabajo».
En declaraciones a Radio10, el Presidente dijo sobre la intervención a Vicentin que se está «rescatando una empresa» y advirtió que «cuando hablan de expropiación, lo plantean como si fuera una empresa próspera».
Fernández agregó que la «vocación» del Gobierno es que la empresa «siga siendo argentina y que sea manejada y rescatada de la situación en la que está; no estamos allí para avasallar los derechos de nadie».
Asimismo, el mandatario se refirió a los dichos del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, quien ayer consideró que la intervención se trata de una decisión apresurada y que el Presidente «de ninguna manera puede intervenir la empresa porque está en convocatoria de acreedores».
«Es bueno que Moreno se preocupe por la legalidad y no entre con los guantes de box y matones a una asamblea», respondió Fernández sobre esas declaraciones.
En otro orden, el jefe de Estado enfatizó esta mañana que la intervención de la compañía cerealera «es un rescate de una empresa muy importante que está en un colapso financiero enorme» y reiteró que la medida «es excepcional».
«Ayer tuve una muy buena charla con Sergio Nardelli, uno de los dueños de Vicentin, y le dije que lo que buscamos es preservar la empresa en manos argentinas; esto no debería ser motivo de pelea porque lo que estamos haciendo es rescatar a una empresa de la quiebra», agregó.
En ese sentido, Fernández criticó a quienes «intentan mostrar» la determinación «como un sesgo arbitrario y que sea la norma, cuando lo que estamos haciendo es rescatar una empresa muy importante para la comercialización de granos que está prácticamente extranjerizado».
«Vicentin está desfinanciada porque se comprometió financieramente muy por encima de sus posibilidades, los productores no le dan granos para exportar y tiene deudas enormes; por eso nos preocupa que quiebre y la situación sea peor y ese es el sentido de la intervención”, remarcó.
Fernández volvió a aclarar también que no existe «ninguna vocación» de expropiar empresas al subrayar: «Creo que en el capital privado y que deben ser los empresarios los que inviertan y den trabajo, no reniego del capitalismo».
«La expropiación en este caso es un remedio excepcional y no permanente porque a mí me gustaría que esto no suceda más», resaltó.
El Presidente señaló, además, que «si el Estado no interviene a la empresa, este concurso de acreedores termina en una quiebra y en un remate; en el mejor de los casos, Vicentin quedaría en manos de una multinacional o de un pícaro que se la quede por poca plata».
Respecto de versiones que indicaron que el jefe de Estado habló sobre el caso Vicentin con el ex presidente Mauricio Macri, Fernández negó esa conversación y remarcó que «jamás haría algo contra una empresa» porque hayan apoyado a un espacio político.
«Muchas empresas apoyaron a Macri en la campaña pasada y nunca se me ocurriría hacerles nada», dijo Fernández.
En relación con la actitud de algunos sectores de la oposición en torno al tema, consideró que «hay un grupo de políticos que hace años se olvidó de discutir política y se acostumbró a que la política ocurra en los tribunales».