El difícil camino de la transición cumplió este martes un nuevo capítulo, tras el fin de semana largo y el recambio de ministro de Hacienda. La jornada terminó con relativa tranquilidad desde lo económico, luego de una mañana en la que Hernán Lacunza juró como ministro en reemplazo de Nicolás Dujovne e intentó en conferencia de prensa dar cierta previsibilidad del cumplimiento del acuerdo con el Fondo –minimizando el impacto fiscal de las medidas tomadas la semana pasada– y también involucrar a los referentes económicos de la oposición en el barro de la catástrofe económica, a través de una convocatoria al diálogo que comenzó este martes con Marco Lavagna, hijo del candidato presidencial de Consenso Federal, y que seguirá con todos los espacios políticos que compitieron en las elecciones, a excepción de la izquierda. También dejó en claro que el gobierno estaba dispuesto a sacrificar reservas para contener la cotización del dólar –algo que refrendó minutos después el presidente del BCRA Guido Sandleris–. Ese fue el principal pedido que le hizo el presidente Mauricio Macri. “El objetivo es la estabilidad del tipo de cambio”, dijo. En ese mismo orden, el presidente afirmó: “El dólar se va quedar donde está, como dijo (Hernán) Lacunza”.
Diálogo con límites
Por la tarde se conoció que este lunes hubo otro contacto telefónico entre Mauricio Macri y el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, donde el presidente le adelantó la idea de convocar a la oposición al diálogo sobre las variables económicas, entre otros temas.
Rápidamente Alberto salió a despegarse de la idea de cogobierno que podría surgir de ese pliego de buenas intenciones que adelantó el ministro de Economía por la mañana: «No voy a cogobernar ni pienso cogobernar, mi tarea es ser opositor a Macri», aclaró Fernández, y abundó: “A mí no me votaron para eso”.
No está claro cuál es la verdadera finalidad de la convocatoria, ya que son casi nulas las posibilidades de alcanzar un acuerdo con el oficialismo en materia de política económica. La señal para los mercados de esta “charla de economistas”, como le dieron en llamar desde la oposición, parece tener una dudosa eficacia.
Desde el Frente de Todos, por lo pronto, confirmaron que Cecilia Todesca, Guillermo Nielsen y Emmanuel Alvarez Agís serían los colaboradores más cercanos a Alberto Fernández que irían a la reunión. Pidieron que en caso de que el gobierno ponga en primer plano las metas fiscales, deberá explicar cómo se cumplirán en forma sustentable, dado que al actual superávit primario se arribó con venta de centrales térmicas, acciones de la Ansés y utilidades del Central.
«Entiendo la incomodidad de Macri, está en una situación difícil, que no se la deseo a nadie, ni a él. Si en algo podemos ayudar, bienvenido sea», afirmó en una entrevista con Radio 10. Y disparó fuerte contra las posibilidades de un nuevo plan económico: “El daño que se ha hecho difícilmente se pueda reparar en dos meses”.
Además, contó sobre el llamado de Macri: «Ayer (por el lunes) me habló, me dijo esta idea de juntarse con el equipo de Lacunza. Y le dije que invite a todos, a Lavagna, a Espert, a todos». Y fue contundente: «El poder de resolver lo tiene Macri». Sobre la situación económica del país, Fernández manifestó que el gobierno de Cambiemos inculcó «durante años la gran campaña en el mundo de que eran ellos o el caos, ellos o Venezuela. Y eso fue una autoprofecía cumplida, que si perdían iba a pasar eso. Y eso pasó».
«Nosotros estamos tratando de explicarle al mundo lo que realmente somos. La historia cuenta que somos lo que resolvemos las crisis y los problemas», dijo Fernández en charla con el Negro González Oro en el estudio de la radio.
Y cerró el tema del cogobierno: «Como candidato, algo puedo ayudar pero no puedo hacer todo. Es una falta de respeto hablarle a los argentinos como presidente sin serlo».
Dólar, reservas y FMI
En la segunda conferencia de prensa de la mañana, el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, dijo que estaban dispuestos a sacrificar reservas para mantener la cotización del dólar en valores que consideraron razonables.
A eso también respondió Fernández y le pidió al presidente que «cuide las reservas» del Banco Central.
Tanto la venta de reservas para sostener el valor del dólar, como la caída en el superávit fiscal, son los datos que sigue de cerca el Fondo, que tiene pendiente el quinto desembolso del año por 5.300 millones de dólares. Minutos después de la conferencia de Lacunza, el FMI aseguró a través de su vocero, Gerry Rice, que siguen “de cerca” la situación en Argentina y mantienen un “diálogo continuo” con las autoridades de política económica. A través de un breve comunicado, dijo que el país afronta una “difícil situación” y ratificó lo anunciado por el gobierno: que llegará una nueva misión del FMI en los próximos días para revisar las metas fiscales y autorizar el próximo desembolso.
En relación a la manera de solventar las medidas tomadas la semana pasada, Macri descartó un aumento de las retenciones al campo. Fue el FMI el que prácticamente lo obligó a reinstalarlas.