El presidente Alberto Fernández calificó este jueves a la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner como “una obra central para el futuro de la Argentina” a todo nivel: “Va a garantizar contar con el gas que todo este tiempo tuvimos que importar, perdiendo divisas y perdiendo recursos que podríamos utilizar en la producción y en el trabajo, que es lo que más nos importa”, completó. El jefe del Estado visitó una planta soldadora automática de caños ubicada en las cercanías de la localidad pampeana de Doblas, junto al gobernado Sergio Ziliotto. Allí se producen los tubos para abastecer la construcción del ducto y Fernández expresó su confianza en que “a mediados del año que viene esta obra se haya terminado”, para luego “seguir camino hasta Santa Fe y allí poder proveer de gas no sólo al norte de la Argentina, sino también a Brasil”.
“El Gasoducto representa nada menos que la posibilidad de llegar a la soberanía energética”, sostuvo un comunicado de Presidencia. Un tema que –advirtió– “no sólo es estratégico desde la posesión del bien, sino también estratégico del mundo en cuanto al manejo de divisas”.
Fernández explicó que había viajado a La Pampa junto con el gobernador Ziliotto. “Mi querido amigo”, lo llamó, y explicó: “Quería ver cómo están avanzado estas obras, que se inician en Vaca Muerta y terminan de salir en el centro de la provincia de Buenos Aires. Son más de 500 kilómetros”.
Por su parte, el gobernador anfitrión también expresó que la construcción del Gasoducto “es un paso muy importante para la soberanía energética del país”
“Como pampeanos, realmente nos llena de orgullo que esta obra transcurra en gran parte de la geografía de nuestra provincia, donde está el 66 por ciento de su trazado”, marcó Ziliotto.
Fernández visitó en Doblas, unos 83 kilómetros al sureste de la capital provincial, el sistema de soldadura automatizada de última generación que se utiliza por primera vez en la Argentina y permitirá alcanzar los niveles de productividad necesarios para cumplir con el proyecto.
El jefe del Estado puso en valor “la tecnología que empresarios argentinos han traído para desarrollar esta obra” e insistió en su importancia: “Podrá proveer de gas no sólo al norte de la Argentina, sino también exportar a Brasil, que está necesitando energía gasífera y se la podremos suministrar”.
Detalles de una obra histórica
El Gasoducto Néstor Kirchner constituye la principal obra de transformación energética en marcha en el país en los últimos 40 años. Permitirá ampliar en un 25 por ciento la capacidad del sistema de transporte de gas natural argentino desde origen, en Vaca Muerta, y posibilitará ahorrar más de 2.900 millones de dólares al año entre sustitución de importación de combustibles y reducción de subsidios, destacó la Presidencia de la Nación.
Con una extensión total de 573 kilómetros, además de aumentar la disponibilidad de gas a precios competitivos, generará 10 mil puestos de trabajo directos y otros 40 mil indirectos, entre la construcción y la mayor producción prevista en Vaca Muerta, se informó oficialmente.
Acompañado además por la intendenta local, Anelisa Gómez, el primer mandatario se acercó hasta la instalación móvil donde se ubica el punto de la soldadura que se ejecuta con el sistema automatizado, cerca del kilómetro 440 de la traza del gasoducto que se extenderá entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires).
Proveniente de Estados Unidos, este equipamiento para la soldadura automática de caños, que garantiza un nivel de producción y calidad constante, se utilizará en los tramos 1 y 2, los dos más extensos de la iniciativa que lleva adelante la UTE integrada por Techint y Sacde y que totalizan 440 kilómetros de tubos de 36 pulgadas (esto es 91,44 centímetros) de diámetro.
Los trabajos incluyen la duplicación del gasoducto Neuba II, en la localidad de Ordoqui, partido bonaerense de Carlos Casares, y la construcción del nuevo gasoducto Mercedes-Cardales, que creará una vía de interconexión entre los sistemas Norte y Sur.
Público y privado
El presidente Fernández viajó a territorio pampeano acompañado por el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.
Estuvieron también en la recorrida los empresarios Marcelo Mindlin (Pampa Energía SA), Damián Mindlin, Pablo Brottier y Daniel Flaks (Sacde SA), y Gustavo Gallino y David Uriburu (Techint).
Previo a esta actividad, el Presidente compartió un encuentro con niños y niñas que asisten a la colonia de verano del Club Independiente de Doblas.
Gas transparente, verde dólar
La puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner representará cambios en la estructura económica argentina, con una mayor provisión de gas natural para la industria y el consumo residencial, además de un ahorro estimado en u$s2.200 millones en recortes de importaciones de energía y de subsidios, de acuerdo con cálculos oficiales.
Para el director del Centro de Economía Política Argentina (Cepa), Hernán Letcher, “el Gasoducto le dará a la Argentina la posibilidad de transformar su matriz económica, dado que en sucesivas etapas le permitirá un acceso a dólares que hoy no tiene”.
“Vaca Muerta son dos complejos sojeros sumados”, comparó Letcher, en referencia a la generación de divisas que aportarán los yacimientos no convencionales una vez que su producción pueda ser transportada, distribuida y exportada sin los actuales cuellos de botella.
Al respecto, en el decreto de necesidad y urgencia 76 del 11 de febrero de 2022, el gobierno nacional remarcó la importancia de la constitución del Fondegas (Fondo de Desarrollo Gasífero Argentino), para la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, en un momento en el que “la capacidad de transporte de los tres gasoductos que unen la Cuenca Neuquina con los grandes centros de consumo se encuentra prácticamente saturada”.
Esa situación implicaba que “los productores de gas de dicha cuenca no puedan seguir incrementando su producción más allá de unos 5 millones a 6 millones de metros cúbicos diarios adicionales, precisamente por imposibilidad de evacuarla”, añadió el decreto en sus considerandos.
En la misma norma se sostuvo que “el refuerzo del sistema de transporte de gas en la Región Pampeana posibilitará el desarrollo de numerosas inversiones en actividad petroquímica, como ser la elaboración de urea, metanol, polipropileno, etileno, entre otros, y contribuirá sustancialmente a la agregación de valor de los recursos hidrocarburíferos”.
El mismo DNU otorgó por 35 años la concesión para la construcción, mantenimiento, operación y prestación del servicio del gasoducto a Energía Argentina SA (la estatal Enarsa, cuyo nombre fue cambiado en 2017 a Integración Energética SA, Ieasa) y la facultó para realizar las obras “por sí o por terceros”.
Letcher sostuvo que el Gasoducto “cambiará la vida cotidiana de los argentinos, signada por dudas por el atesoramiento de dólares, los problemas con las importaciones, las tensiones cambiarias y posiblemente inflacionarias”.
“El principal problema de la macroeconomía argentina es la restricción externa, la falta de dólares, y con el Gasoducto el gobierno va a poder discutir el tema no sólo con el sector agropecuario sino también con el energético, con una cantidad de divisas que puede duplicar a la del complejo sojero”, agregó.
En una recorrida por las obras en noviembre del año pasado, la secretaría de Energía, Flavia Royon, declaró que el Gasoducto posibilitará un ahorro de u$s2.200 millones por la reducción de los subsidios energéticos (uno de los principales factores que inciden en el déficit primario) y las importaciones, en especial tras el incremento de los precios internacionales de los hidrocarburos como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania.
El primer tramo de la obra, actualmente en ejecución, unirá las localidades de Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires), con una extensión de 573 kilómetros, con 56.700 tubos con costura, de 12 metros de largo.
Esa cantidad de tubos contempla los 573 kilómetros de la obra troncal, más los 80 kilómetros del gasoducto Mercedes-Cardales, y los 29 kilómetros del loop (circuito) de ampliación del Neuba II, que forman parte necesaria del proyecto para dar viabilidad a la producción incremental.
La fecha de inicio de operaciones se prevé para el 20 de junio, en coincidencia con el pico de demanda invernal, con un tendido de 6 kilómetros de caño por día.
El Gasoducto en su primer tramo tiene una capacidad de transporte de 11 millones de metros cúbicos diarios, con la posibilidad de incrementarlo a 20 millones con la construcción de dos turbocompresores en Tratayén y en Salliqueló.
Un segundo tramo unirá la mencionada localidad bonaerense con la santafesina de San Jerónimo Sur, con una extensión de 470 kilómetros.
Con los dos tramos finalizados, se prevé que la inyección de gas natural llegue a los 44 millones de metros cúbicos diarios.