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Alberto, la lealtad y el debate por la puja distributiva: claves para la supervivencia del FdT en el 2023

Millones de peronistas conmemorarán este lunes la fecha más importante en la liturgia de su movimiento. Una vez más, lo harán fragmentados, como muestra de la heterogeneidad de ideas que hoy siguen convocándolos bajo el paraguas de un justicialismo en busca de sus raíces

Por: Mauro Federico/ Dataclave.com.ar

«El día 17 de octubre, desde el Hospital  Militar, asistí a los hechos más trascendentales de toda la Revolución de Junio. Numerosos camaradas del Ejército y de la Aeronáutica se hicieron presentes y durante toda la mañana disfruté del ‘perfume de la flor de la lealtad’, tan grata al corazón de los leales. Los jefes y oficiales del Ejército y Aeronáutica que repudian la ambición y la deslealtad estaban como siempre en su puesto con el honor y la firmeza de verdaderos soldados. Los amigos estaban también en su puesto y tuve la enorme satisfacción de saber que tenía amigos». En sus memorias de aquella legendaria jornada, Juan Domingo Perón supo dejar bien en claro que la primera Lealtad era la de compañeros y camaradas que en aquellos aciagos días de octubre de 1945 estuvieron a su lado para rescatarlo de la ignominiosa prisión a la que lo habían sometido los propios integrantes del gobierno que él mismo integró a partir de la autodenominada Revolución de 1943.

El escenario mundial mostraba los primeros efectos de una postguerra que le otorgaba a la Argentina una potencialidad incalculable, con los países centrales en estado de reconstrucción y una Europa hambrienta y necesitada de materias primas. Tras quince años de gobiernos conservadores, la oportunidad de expandirse como principal exportador ya no solo de insumos básicos, sino también de manufacturas elaboradas fronteras adentro, permitían planificar el desarrollo de un modelo productivo con desarrollo industrial, donde el rol de los trabajadores y trabajadoras se transformaba en protagónico.

En la tarde noche de aquel histórico 17 de octubre, con más de medio millón de seres humanos que habían llegado de diferentes lugares del conurbano y la ciudad de Buenos Aires hasta la Plaza Mayo, el por entonces coronel, desde los balcones de la Casa Rosada, le dijo a la multitud: «Trabajadores: únanse; sean más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en esta hermosa tierra la unidad de todos los argentinos. Que sepan hoy los indignos farsantes que este pueblo no engaña a quien no lo traiciona».

A 77 años de aquel acontecimiento que selló la partida de nacimiento del justicialismo, el principal partido de la coalición oficialista exhibe algunas fisuras que complican la gestión gubernamental, nutren el mal humor social y tienden un manto de sombras sobre la continuidad del proceso político más allá del año que viene. Y esos resquebrajamientos en el Frente de Todos quedarán evidenciados este lunes con las -al menos- cinco manifestaciones de los diferentes sectores que lo conforman.

Actos para todos los gustos

Durante este lunes habrá evocaciones del Día de la Lealtad en diferentes puntos del país. La Cámpora, junto al kirchnerismo paladar negro, se manifestarán en la Plaza de Mayo junto al co-secretario general de la CGT y dirigente camionero Pablo Moyano, que movilizará su tropa para nutrir las columnas peronistas. Por su parte, los movimientos sociales oficialistas se dieron cita en La Matanza, donde aspiran a reunir a un buen número de militantes para mostrar la base territorial del gobierno. Los restantes integrantes del Consejo Directivo cegetista, junto a los llamados «Gordos» sindicales, darán su «presente» peronista en la sede de Obras Sanitarias, en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras que las 62 Organizaciones protagonizarán su propio acto en el estadio Atenas de La Plata.

La pregunta recurrente en los pasillos de la Rosada fue qué hará Alberto Fernández, teniendo en cuenta su doble rol de mandatario nacional y presidente del PJ. Este sábado, una fuente con acceso directo al principal despacho de la Casa Rosada le confirmó a Data Clave que «no va a participar de ninguna de estas actividades», pero que sí estará «junto al Ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis en Cañuelas, en un acto de gestión», consistente en la inauguración de una obra vial. Un modo de dar el presente, sin tomar partido por ninguna de las opciones mencionadas, para no generar cortocircuitos, ni herir susceptibilidades.

Fernández pretende tomar distancia no solo de la interna, sino también de los discursos derrotistas que «solo ven el vaso medio vacío» de su gestión y «no valoran el enorme esfuerzo realizado durante estos dos años y medio para evitar que la Argentina se desbarrancara». El presidente es conciente que su figura no logra aglutinar a todo el peronismo en un mismo espacio para conmemorar la «lealtad» pero no deja de remarcar -como lo hizo ante los empresarios presentes en el Coloquio de IDEA, que varios guarismos económicos muestran una situación ostensiblemente mejor que la heredada por su gestión en diciembre de 2019 y que la tan reclamada «calidad institucional» tuvo estándares mucho más elevados ahora que durante la gestión de Cambiemos.

«En este gobierno ¿alguien les pidió el 1% para ser gobierno? ¿alguien les pidió dinero para obra pública? ¿alguien les pidió algo para realizar obras? ¿los mandó a espiar o les mandó la AFIP? los desafío porque la respuesta siempre va a ser no, ¿por qué no tienen en cuenta estas cosas? el resultado de todo eso son estas curvas de crecimiento», consideró en una referencia a las placas que mostró, donde remarcaba: “la industria lleva 27 meses consecutivos creando empleo registrado y supera en 92.000 los puestos de trabajo de diciembre de 2019. Proyectamos, desde el 2021, tres años consecutivos de crecimiento”.

En el cierre, el Presidente también eligió responder a las críticas: «Debo ser re débil pero el que afrontó la deuda se llama Alberto Fernández, el que enfrentó la pandemia y fue a buscar las vacunas se llama Alberto Fernández y los que siguen luchando por una Argentina mejor somos todos nosotros y nosotras».

Lo que ni el presidente, ni ningún otro integrante del gobierno niegan, es que la inflación se ha transformado, una vez más, en la «espada de Damocles» de la recuperación económica. Ante los empresarios, Fernández no esquivó el bulto, aunque propuso una mirada «positiva» frente al problema. «Está claro que hay un gran problema que es la inflación, es un tema que debemos resolver, pero hoy supimos que paulatinamente va a la baja», consideró.

El impacto de ese registro inflacionario en los ingresos de los sectores medios y medio-bajos estará muy presente en buena parte de los discursos que se oirán este lunes en los actos. «Necesitamos lograr más rápido que tarde un acuerdo de congelamiento de precios”, apuntó a través de sus redes sociales el referente de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, asumiendo parte de la tarea como propia, ya que el dirigente social también se desempeña como funcionario del Ministerio de Desarrollo Social y estará presente en la conmemoración de La Matanza.

A pesar del reclamo de los movimientos sociales, desde Washington -donde esta semana protagonizó su segundo viaje como ministro de Economía- Sergio Massa negó que se esté contemplando un congelamiento de precios, y se supone que de salarios, en medio de rumores sobre un plan de tres o cuatro meses para frenar la inflación, aguantar las reservas y mantener contenido el dólar, con variedad de cotizaciones. También surgieron negociaciones con la flamante ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz para evitar ajustes en los programas destinados a los sectores populares.

¿Y el peronismo?

Varias fueron las voces que durante esta semana se alzaron para manifestar -desde una perspectiva peronista- su mirada respecto al momento político que atraviesa el gobierno y que, incluso, se permitieron proponer una revisión autocrítica de la actual gestión nacional.

En una entrevista con el programa «Argenzuela» (Radio 10), el referente del Movimiento Evita y actual funcionario de Desarrollo Social Emilio Pérsico, remarcó la importancia de «seguir trabajando en la economía popular, no podemos seguir teniendo el 50% de los trabajadores en la informalidad» y en ese sentido, sostuvo que «el Gobierno debe registrar y blanquear a 4 millones de los trabajadores de la economía popular».  A la hora del diagnóstico, Pérsico fue muy duro: «Estamos en una Argentina pre peronista, hoy en día trabajo hay pero el problema es que no hay derechos».

Luego de autodenominarse como «peronista y setentista» y declarar su admiración por José Ber Gelbard («para mí, el mejor ministro de Economía que tuvo la historia argentina»), el funcionario se diferenció de su par Menéndez, al asegurar que «el congelamiento de precios no es la solución» y pisó el acelerador a la hora de confrontar con la mirada de la problemática laboral que propone la dirigencia sindical. «Nosotros tenemos que darle derecho a los trabajadores y para eso nuestro primer objetivo es visualizarlos y reconocerlos; CGT y la CTA nunca pelearon por los derechos de los movimientos sociales, siempre lo hacen para los trabajadores registrados», afirmó.

Desde el corazón moyanista, el secretario general de los Canillitas Omar Plaini, analizó la coyuntura que presenta este 17 de octubre planteando que prefiere «las grandes fuerzas políticas a las coaliciones» y admitiendo que «el Frente de Todos se hizo por necesidad». En ese sentido, destacó que «este lunes vamos a Plaza de Mayo porque necesitamos que se restaure el rol del Estado» y agregó: «No tenemos que tenerle miedo al debate, al contrario, tenemos que hacerlo».

También habló sobre el peronismo y la situación actual del país, una outsider partidaria, que supo desarrollar una reconocida tarea social cuando le tocó ocupar la cartera de Desarrollo: Hilda «Chiche» Duhalde. En una entrevista concedida en su casa de Lomas de Zamora, la dirigente y esposa del ex presidente Eduardo Duhalde aseguró que “si no dejamos que descansen en paz los que crearon el partido, guardamos las fotos, guardamos el bombo y nos ponemos a reconocer en qué cosa nos equivocamos, qué cosas hicimos mal, el partido desaparece”. Y remató con una frase lapidaria: «El peronismo va a hacer actos por el 17 de octubre, pero no veo lealtad en ningún lado».

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Otro referente de las políticas sociales del actual gobierno, hoy diputado nacional por el oficialismo, Daniel Arroyo, eligió evitar las metáforas para caracterizar lo que está observando desde su actual rol parlamentario, pero sin quitar los pies del plato. Ese sentido, al ser consultado sobre la condición peronista del actual gobierno, expresó: «El peronismo es justicia social y trabajo y está claro que no lo estamos logrando porque aumentó la desigualdad social». A la hora de proponer soluciones a uno de los problemas que más lo desvela -el hambre- el legislador oficialista no dudó: «No es lo mismo comer que no comer, hay que regular la canasta básica, sabemos que a muchas personas les cuesta llegar a fin de mes y eso es algo que los peronistas no podemos permitir».

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