Julio de 2016. El presidente saliente, Mauricio Macri, da una entrevista a la periodista mexicana Cecilia González, quien le pregunta su posición sobre Belén, la tucumana que estuvo dos años y cinco meses presa por un aborto espontáneo. Macri no hace ninguna referencia a ella y contesta: “Lo importante es defender la vida”. Casi dos años después anuncia que dará libertad de conciencia a las y los legisladores de Cambiemos para tratar un proyecto de despenalización y legalización del aborto en Argentina. Lo hace después de que miles de mujeres, lesbianas, travestis y trans hicieran uno de los pañuelazos más grandes de la historia frente al Congreso Nacional. El debate llegó con la movilización de los feminismos, con más de 2 millones de personas en las calles. Macri no participó de la discusión ni dijo si está a favor o en contra. En 2019, ya en campaña, dejó de nuevo en claro su oposición y buscó en las marchas por la reelección el voto antiderechos.
Noviembre de 2018. El presidente electo, Alberto Fernández, convierte la presentación del libro sobre el caso de Belén en un momento histórico. Llega, se sienta en la primera fila, se saca fotos con un auditorio lleno de pañuelos verdes y se reúne con Belén en privado. La posición del futuro mandatario sobre el tema es conocida desde el anuncio de su candidatura: el aborto es un problema de salud pública y la criminalización de las mujeres no fue una solución a las muertes por aborto clandestino. Esta vez fue más allá. En una entrevista con Página12 anunció que cuando asuma enviará un proyecto de ley al Congreso Nacional. Las fotos en la presentación del libro y las declaraciones del presidente electo se replicaron en minutos.
Las posiciones de Macri y Fernández hablan de cómo el debate del aborto se convirtió en uno de los temas más importantes de la agenda política argentina. Si en 2015 apenas figuraba en el discurso de los candidatos, después de 2018 todos dieron su posición.
Las posturas de los dos mandatarios dieron cuenta también de la diferencia que hay entre habilitar y acompañar una discusión histórica. Por primera vez un presidente argentino llegará al poder con una posición definida a favor de la legalización del aborto y con la decisión política de impulsar la discusión para que el país se convierta en uno de los pocos de Latinoamérica en legislar la práctica. Y lo hará en un contexto de avance de los sectores antiderechos en toda la región que llegaron a distintos lugares de poder por vías democráticas, como en Brasil, o por golpes de Estado, como en Bolivia.
La posición de Fernández mueve el tablero legislativo. El poroteo del voto a voto que fue necesario durante la gestión de Cambiemos (sin un presidente jugando en la discusión) ahora se redefine en relación a cómo estarán integrados los bloques. Basta recordar la votación de la ley de matrimonio igualitario. Hasta entrada la madrugada los votos del Senado no estaban definidos y el rol de la entonces presidenta Cristina Fernández fue fundamental para la aprobación. Esta vez, ella presidirá la Cámara Alta después de haber votado a favor de la legalización del aborto en 2018. Marca una diferencia con su precedente, Gabriela Michetti, quien fue de las piezas fundamentales del lobby antiderechos para el rechazo del Senado el 8 de agosto del año pasado.
Alberto Esperanza
En diálogo con El Ciudadano, tres referentes rosarinas de la pelea por el aborto legal analizaron las posiciones de Fernández y opinaron sobre el futuro debate.
Silvia Augsburger es diputada provincial e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. El espacio reúne a más de 500 organizaciones de todo el país y desde hace 14 años impulsa el proyecto de Interrupción Legal de Embarazo (IVE). La iniciativa fue presentada ocho veces en el Congreso y en 2018 fue tratada por primera vez. En 2019 las integrantes de la Campaña se reunieron en Córdoba para modificar el texto e incluyeron muchas de las discusiones que se dieron en el Congreso el año anterior. Augsburger participó de la nueva redacción. Ya en 2007 como diputada nacional había sido la primera legisladora en acompañar con su firma el proyecto.
“Estamos muy contentas tanto por las expresiones del presidente electo en México, como por su participación y declaraciones en la presentación del libro de Belén. También por la información de que mandará un proyecto para legalizar el aborto en Argentina apenas asuma”, dijo y agregó: “Es fundamental que hayamos entrado en una etapa en la que no discutimos el sí o no a la legalización, sino que estamos pensando en el texto de la ley que se aprobará. Con esta expectativa ya empezamos a preparar materiales al interior de la Campaña y a prepararnos para el nuevo debate”, dijo Augsburger.
Para la diputada provincial, en 2020 el aborto será ley en Argentina. “Lo importante es la transformación que ha ocurrido en la agenda pública que hace que hoy entre las primeras decisiones que va a tomar el presidente está incluida la legalización del aborto”, agregó.
Noelia Figueroa integra Ni Una Menos Rosario, Mala Junta y es secretaria de Género de la facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR. Para ella, la posición de Fernández es más que alentadora. “Es la primera vez que un presidente electo tiene este nivel de determinación y visibilidad a favor de la legalización. Asume tomar la iniciativa para que lo discuta el Congreso, con todo lo que eso significa en términos de cómo se reacomodan los bloques y las lealtades en función de lo que se va a negociar”, explicó en diálogo con El Ciudadano.
Para Figueroa la posición de Fernández marca un cambio en el rol de Estado. “Es una política reparatoria. Que un presidente recién electo vaya a la presentación del libro de Belén, cuando no era una necesidad de la agenda ni de la coyuntura, habla de ir hacia adelante para que no mueran más mujeres. Pero también repara a las padecieron la criminalización, a Belén y las organizaciones trabajamos para sacarla de la cárcel”, agregó.
La referente feminista opinó que si bien todavía no se sabe qué proyecto mandará Fernández –y si tomará el de la Campaña– está convencida de que será tratado con los otros proyectos propuestos. “El de la campaña es que tiene más consenso y trabajo, pero hoy lo más importante es leer la señal política que él emite en un momento en el que el continente está asediado por fuerzas conservadoras que articulan el eje Estados Unidos, la OEA y los fundamentalismos religiosos. El fin de un proyecto noeliberal en Argentina fue una señal para que estas derechas apuren los intentos de terminar con los procesos más igualitarios, como el golpe de Estado en Bolivia. Tener un presidente que da esta señal en este contexto es muy importante. Tenemos que defender este gobierno por venir. Eso no quita que salgamos a luchar, marchar y criticar lo que haga falta como siempre hicimos las feministas”, opinó.
Viviana Della Siega integra también la Campaña Nacional y es referente del Instituto de Género, Derecho y Desarrollo Rosario (Insgenar), una organización en la que desde hace más de 20 años pelea por los derechos de las mujeres y disidencias sexuales. Para ella la noticia del envío del proyecto de ley fue muy gratificante. “Esperamos que sea el proyecto de la Campaña o basado en el de la Campaña. El último que presentamos tuvo en cuenta muchas de las cosas que se discutieron en Diputados. El hecho de que haya ido a la presentación del libro de Belén, donde había también gente de la Campaña, ha sido un respaldo a la posición histórica que nosotras hemos tenido. Estamos convencidas de que en 2020 será ley”, dijo.
“Cuando tenemos expresiones de barbarie como las que vemos en Bolivia con Camacho y Añés, apoyadas por cierto sector del evangelismo, el posicionamiento de Fernández es muy valiente. Hay un avance de los antiderechos en toda la región, que responden al sistema patriarcal y el neoliberalismo salvaje. Tienen estrategias a nivel internacional y ocupan un lugar en los organismos de derechos humanos como puede ser la OEA o la ONU. Se viene una pelea difícil. Fernández demuestra que es un hombre de ideas y de convicciones muy fuertes. Y eso es muy importante en un momento en el que vamos a estar rodeados por los sectores conservadores en América Latina”, agregó Della Siega.
“Vamos a seguir trabajando fuerte por la legalización. En estos 14 años de experiencia en la Campaña aprendimos que nada es regalado. Si bien va a haber una decisión política del presidente, va a ser un logro del trabajo de estos años”, dijo y agregó: “No tengo duda de que la Campaña se va a reunir con Alberto para que nuestro proyecto sea presentado y votado”.