En medio de la polémica por la reunión social celebrada en Olivos en plena cuarentena en 2020, el presidente Alberto Fernández cuestionó hoy duramente a los que lo criticaron por el episodio y aseguró que es el único responsable por lo ocurrido. «El único responsable soy yo, me hago cargo, doy la cara y me pongo al frente de todo esto», dijo en un enfático discurso, en el que fustigó a la oposición por pedir el juicio político en su contra.
«Todo el fin de semana me pasé leyendo las cosas que escribían los hipócritas y me cansé de recibir el cariño y el afecto de mis compañeros. Cuanto más leía a los que me criticaban, más contento estaba de estaba de estar con mis compañeros y con este pueblo», aseguró en un acto para la puesta en marcha del Centro Universitario de la Innovación (Cudi) en la Matanza, junto al ministro de Educación, Nicolás Trotta, y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
«Yo no soy ni me hago, no tengo una doble faz», apuntó. «Porque efectivamente, en la pandemia, por un desliz, por un descuido, se organizó una comida en Olivos que no debió haberse organizado», indicó, y recordó que al día siguiente de la publicación de las fotos dijo que lamentaba lo ocurrido. «Y de ese modo me disculpé ante el pueblo, que son a los únicos que les debo una disculpa», enfatizó
«Algunos leyeron mis palabras sinceras de arrepentimiento a su modo. Algunos fueron tan miserables que dijeron que le eché la culpa a mi compañera», dijo.
«Si algunos piensan que me van a hacer caer por un error que cometí, sépanlo: me fortalecen, me generan más fuertes convicciones, aumentan mi compromiso con ustedes. Eso es lo único que logran, es lo único que consiguen», fustigó, en una clara referencia al pedido de juicio político que presentaron el viernes un grupo de diputados de Juntos por el Cambio.
Y luego ensayó una nueva disculpa: «Me muevo como un hombre común, me siento un hombre común y a veces no tengo en cuenta que soy el presidente y debo dar el ejemplo. Fue un error y lo asumí y pedí disculpas».
Críticas a la oposición
En medio de la campaña rumbo a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de septiembre, el Presidente aprovechó para disparar contra la oposición: «Pero nunca me van a tener que escuchar pedir disculpas porque cerré el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación o el Ministerio de Trabajo. Nunca me van a escuchar pedir disculpas porque me arrodillé frente al Fondo Monetario Internacional y endeudé a la Argentina y a generaciones de argentinos como otros hicieron».
«Quiero decirles que en Olivos me encuentro con funcionarios, con gente que me necesita, con amigos y amigas, pero no me encuentro con empresarios a los que les doy ventajas y negocios del Estado», añadió. «Nunca voy a tener que pedir disculpas por haber creado una mesa judicial que persigue a los opositores, ni por haber hecho que los espías no ingresen más a los tribunales para presionar a los jueces».
«Sé que todos hemos sufrido en la pandemia, muchos han sufrido mucho más porque estaban mucho peor. Voy a utilizar hasta el último día de mi mandato para que todos nos pongamos de pie, para que todos recuperemos el trabajo que teníamos, para que se reabran los kiosco, los almacenes, los restaurantes, los hoteles que se han cerrados», declaró.
El escándalo estalló la semana pasada después de que se dieran a conocer imágenes de una reunión por el cumpleaños de la esposa del presidente, Fabiola Yáñez, que tuvo lugar el 14 de julio de 2020. Alberto Fernández fue retratado junto a Yáñez y una decena de personas alrededor de una mesa, en el contexto de una celebración de cumpleaños, en evidente violación a los protocolos que el propio Ejecutivo había establecido para ese periodo en respuesta a la pandemia de coronavirus.