No hay grandes misterios a la hora de preparar albóndigas, pero sí pequeños trucos que hacen la diferencia. En esta receta comparto una versión simple, sin huevo y con apenas pan rallado. El secreto está en sellarlas antes de cocinarlas en la salsa y en el sabor que aportan el ajo y la cebolla bien picaditos.
Estas albóndigas son ideales para acompañar pastas, arroz, polenta o incluso una buena humita de olla. ¡Manos a la obra!
Receta de Albóndigas sin Huevo
Ingredientes:
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500 g de carne picada
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½ cebolla común
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1 diente de ajo
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Cebolla de verdeo (a gusto)
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Leche (cantidad necesaria)
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Pan rallado (cantidad necesaria)
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1 taza de harina
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Ají molido, orégano, sal y pimienta (a gusto)
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Aceite de oliva
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Salsa de tomate
Preparación:
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Picar los sabores: Comenzá picando bien chiquito el ajo, la cebolla y el verdeo. Esto le va a dar mucho aroma y gusto a la carne.
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Armar la mezcla: En un bol mezclá la carne picada con las verduras. Agregá sal, pimienta, ají molido, orégano, un chorrito de leche y un puñado de pan rallado. La mezcla debe quedar húmeda, no seca ni con exceso de pan.
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Formar las albóndigas: Amasá con las manos limpias y armá bolitas del tamaño de una pelota de ping pong. Pasalas por harina y reservá.
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Sellado: En una sartén con un toque de aceite de oliva, dorá las albóndigas por todos sus lados. No las cocines del todo, solo sellalas para que mantengan su forma en la cocción final.
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Cocción en la salsa: En una olla o sartén honda calentá la salsa de tomate y agregá las albóndigas doradas. Cociná a fuego medio durante 25 a 30 minutos. Podés moverlas apenas un par de veces para que no se rompan. Condimentá con sal, pimienta y orégano.
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Chequeo final: Para verificar que estén listas, abrí una albóndiga al medio y fijate que esté bien cocida por dentro.