La idea de varios alcaldes de imponer un toque de queda para menores de 16 años no acompañados en la noche, para prevenir el consumo de drogas y de alcohol y la delincuencia, se abre paso en Chile entre el visto bueno de unos y el lógico rechazo de otros.
Desde que hace un año el alcalde de Quilpué (en la región metropolitana de Valparaíso), Mauricio Viñambres, inspirándose en un programa similar llevado a cabo en Islandia, propuso limitar el horario nocturno para que menores no acompañados pudieran andar libres por las calles, ocho comunas han abrazado la idea y el domingo la sometieron a voto popular.
En una consulta por internet a la que se convocaron 1,35 millones de ciudadanos y que no tiene valor vinculante, alrededor de 103.000 personas de las poco más de 120.000 que votaron se mostraron favorables a imponer horarios nocturnos para menores en las comunas de Quilpué, Antofagasta (norte), así como en Colina, La Reina, Las Condes, Lo Barnechea, Peñalolén (en la región metropolitana).
El 53% de los votantes está a favor de que los niños menores de 12 años únicamente puedan circular solos hasta las 21 y el 60% apoya que las 23 sea el límite para adolescentes de entre 13 y 16 años no acompañados.
Joaquín Lavín, alcalde de Las Condes, una de las comunas más ricas de Chile, aseguró que el próximo fin de semana empezarán a patrullar sus calles “brigadas de papás voluntarios, de jóvenes de 18 años y de seguridad ciudadana, cuyo rol va a ser llamar a los padres del niño y llevarlos a sus casas”.
Lavín, un connotado político de derecha, aspira a que este horario límite se implante en todas las comunas ya que facilitaría la “fiscalización”.
En declaraciones a la prensa local, el alcalde aseguró que no hay “ningún problema legal” ya que es un “acuerdo social que surge entre las familias y el municipio”.
Cada municipio elegirá cómo va a entrar en vigor la restricción horaria para menores, aunque la mayoría contará con brigadas que patrullarán las calles que llevarán a los que la incumplan a sus casas y lo notificarán al juzgado de familia para que se haga una denuncia contra los padres que no se hagan responsables de sus hijos, dijo por su parte a la prensa el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter.
Criminalizar a los menores
La medida ha causado gran polémica y críticas por parte de la población y de los mismos adolescentes, quienes creen que es una forma de criminalizar a los menores de edad, “metiéndolos a todos en la misma bolsa”. A esto se suman los estudiantes universitarios, los que han calificado la medida como ilegal y discriminatoria.
“Algunos alcaldes han instalado esta idea fundamentándola como medida para prevenir el consumo de drogas y alcohol, pero un toque de queda es de por sí una medida populista y no va al fondo del problema. Es inconstitucional, pues vulnera el derecho de los menores”, explicó el presidente de la Fundación Participa, Daniel Ibáñez.
Según Ibáñez, “es más bien una iniciativa autoritaria, nostálgica de la dictadura, que algunos están queriendo disfrazar de democracia. Finalmente, el también asesor político afirmó que la iniciativa “sin dudas estigmatiza a una parte de la población y pone el foco en los jóvenes en lugar del verdadero problema: el narcotráfico”.