El proyecto Alcoholemia Cero que será aprobado en el Concejo tras el receso invernal y busca imponer en la ciudad la restricción total de ingesta a quienes conducen un vehículo ya comenzó a traer algunas repercusiones. Desde la cámara que agrupa a los dueños de restaurantes y bares de Rosario se mostraron de acuerdo con la propuesta, pero señalaron que la baja en la actividad será inevitable y pidieron que la iniciativa vaya acompañada de una mejora en la prestación de los servicios nocturnos de taxis, remises y colectivos.
El proyecto, que tiene por fin disminuir los índices de siniestros al volante, fue ingresado al Palacio Vasallo por el edil radical Sebastián Chale. Como fuera informado por El Ciudadano el sábado, la idea ya cuenta con el aval del Ejecutivo municipal y el grueso de las fuerzas políticas locales. Se estima que cuando los concejales vuelvan del receso invernal de dos semanas que arrancará el lunes próximo la propuesta ya estaría en condiciones de aprobarse.
Actualmente Rosario cuenta, al igual que la ley nacional, con un límite de 0,5 gramo de alcohol en sangre para conductores de autos y 0,2 para motociclistas. Para quienes guían algún tipo de transporte público la prohibición de alcohol es total, sin tolerancia alguna.
La iniciativa de Chale prevé modificaciones sustanciales a las tolerancias contempladas en el Código de Faltas, incluyendo la inhabilitación temporal para conducir y cursos obligatorios para todo infractor detectado mediante el test de alcoholemia.
El proyecto se divide en dos. La realización de esos cursos preventivos está prevista para aquellos conductores cuyos análisis registren hasta de 0,3 gramo de alcohol en sangre. De allí en adelante comenzarán a establecerse sanciones económicas mucho más duras.
La escala que se elaboró plantea que quienes tengan de 0,3 a 0,5 gramo de alcohol en sangre al momento del control realizado por los agentes de Tránsito deberán pagar una multa de 50 a 150 UF (Unidad Fija, equivalente al valor de un litro de nafta súper de YPF, que actualmente llega a los 13,20 pesos).
En tanto, habrá una sanción de 600 a 750 UF cuando el índice de intoxicación sea de 1,5 gramo o más. Allí es cuando se da la multa más alta, que con el actual valor del combustible superaría hoy los 9 mil pesos.
La iniciativa es avalada e impulsada también por organizaciones que buscan concienciar sobre las consecuencias que genera la ingesta del alcohol cuando se está al volante. Ello incluye a madres, familiares, amigos y allegados de personas que perdieron la vida en accidentes de tránsito.
Desde la Asociación Hotelero Gastronómica local también mostraron su adhesión al proyecto. Pero manifestaron que irremediablemente tendrá repercusión negativa en los niveles de actividad del sector, sobre todo en restaurantes y bares.
Paliar el efecto
“Desde el punto de vista de lo social nosotros acompañamos la propuesta; no podemos no estar de acuerdo. Pero lo que vemos es que en los restaurantes comunes va a haber una baja en el consumo, en lo comercial. Este rubro, que es masivo e incluye a la familia que sale a comer, lo va a sentir. Es decir, no es que hablamos de pubs o boliches con jóvenes de menos de 30 años, que suelen tener otra conducta al volante. Ahora con una sola copa de alcohol el test ya va a dar positivo. Esto desanima un poco”, sostuvo Carlos Mellano, el titular de esa entidad.
Tras eso, el dirigente señaló que la propuesta debería ir acompañada de cambios en la prestación del servicio público del transporte en horarios nocturno algo que, según fuentes consultadas ayer del municipio, no está previsto.
“La prestación de taxis, colectivos y remises debería estar a la altura de las circunstancias. A veces hacemos ordenanzas para países o ciudades donde las situaciones o el contexto son distintos. Por ejemplo, alguien que salió a comer y cuando quiere volver tiene que caminar tres o cuatro cuadras no lo hace por el tema de la seguridad. Y todos sabemos que los taxis a la madrugada no son suficientes. Vamos a tener que tener un servicio con mucho más frecuencia. Lo mismo sucede con los remises, que lo va a tener que brindar ya el propio restaurante”, manifestó Mellano.
Ir a fondo
En tanto, Chale defendió la idea de ir a fondo y prohibir totalmente la ingesta de alcohol.
“Es una cuestión de sentido común. En cualquier caso afecta tomar; desde un gramo en adelante; es algo que está comprobado. Además, si vamos a analizar el impacto depende de muchas variables. Por ejemplo, una es el físico de una persona”, señaló el edil.
El autor reiteró luego el sentido original y de fondo del proyecto.
“El mensaje que queremos dar –sostuvo– es que cuando uno toma no debe conducir. Hoy el 10 por ciento de los test da menos del 5 por ciento de alcohol en sangre y no se sanciona. Eso es lo que queremos cambiar”.
Negocio en baja
El mal presagio de los gastronómicos va acompañado, según ellos, por el mal momento que ya de por sí atraviesa el sector debido al deterioro económico que –advierten– se palpa en la ciudad.
Según un relevamiento realizado por la entidad, la baja en la actividad en 2005 es del 20 al 25 por ciento en relación con el año anterior.
“Si bien algunos lugares se mantuvieron, la gran mayoría se vieron afectados por la poca demanda. Hay muchos espacios para ir a comer pero muy poca gente que consuma”, dijo Mellano.
