Primero, luego de un aviso al 911 por un vehículo haciendo maniobras riesgosas, personal policial interceptó el auto en Cochabamba y Beruti. Y solicitaron la colaboración de la Dirección General de Tránsito, que llegó de inmediato.
El test de alcoholemia arrojó 2,50 g/l: un valor altísimo. El conductor tampoco tenía licencia.
También se hizo otra rápida intervención tras un siniestro en Santa Fe y Presidente Roca.
Luego del llamado de la Policía se realizó el control de alcoholemia a un conductor: dio 1,22 g/l. Había chocado a un auto estacionado minutos antes. Afortunadamente no hubo heridos.
En ambos casos los vehículos fueron enviados al corralón.
«Ahora vamos a ser firmes con las sanciones. Este tipo de hechos son inadmisibles. No podemos permitirlo. Situaciones como estas generan un gran riesgo», señaló Diego Herrera, el secretario de Control municipal.