Hay una estética, una forma y un mensaje sobre el dolor, las contradicciones que instala el poder en todas su formas, lo irracional del mundo contemporáneo y sus desigualdades, y lo vidrioso de los dogmas familiares, que desde hace casi treinta años reproduce desde una poética singularísima El Rayo Misterioso, destacado colectivo teatral rosarino de proyección internacional comandado por el dramaturgo, director y maestro Aldo El-Jatib, que en medio de la peor pandemia de esta era está de regreso con La corte de los milagros, espectáculo presencial que la evoca y la singulariza con la potencia de las imágenes que este colectivo acostumbra a poner en escena.
Así lo anuncian: “Una degradada zona de la Paris medieval donde vivían falsos mendigos y prostitutas. Un grupo de indigentes, tullidos ciegos y mutilados, recorre a modo de la Pasión por diferentes estadíos y vivencias en una búsqueda de sus destinos. Ahora, la mutilación y la prostitución se han transformado en una metafórica inversión donde los impedimentos sensibles y espirituales imposibilitan el pensamiento ecuánime y la acción solidaria. Una lucha por evitar la frustración en la que todo ser o cultura deviene en el desobedecer las reglas elementales de la naturaleza”.
La propuesta, que estará en cartel los viernes y sábados de abril en El Rayo con protocolos vigentes y gracias a ser «conviventes artísticos», algo que transita el grupo desde siempre, cuenta con las performances de Sebastián Arriete, Exequiel Orteu, Iván Brodoloni, Maywa Vargas, Victoria Guercetti, Leticia Beux y Camila Urruchúa, con operación técnica de Guido Troiano, asistencia de dirección de Gianina Rodríguez y texto, dramaturgia y dirección de Aldo El-Jatib.
Una realidad miserable
“La corte de los milagros es un espectáculo surgido a partir de un texto que vengo escribiendo desde antes de la pandemia como necesidad de exorcizar un montón de ideas que nosotros tenemos sobre el comportamiento humano y que por supuesto hemos expresado en todos los espectáculos desde diferentes perspectivas. Tenía desde siempre pendiente un espectáculo sobre Jesús, y así surgió éste. Como siempre en nuestra forma de trabajo cuando la idea pasa a la acción, es cuando surge el espectáculo, y así, atravesado por la realidad miserable y pobre de la sociedad actual, atravesado por la sorpresiva pandemia, apareció La corte de los milagros, una especie de Pasión de Cristo desde la perspectiva de gente miserable que igual podría ser un mendigo de la París medieval o uno de Rosario o una señora rica de París, o un político en Argentina. Da lo mismo, son lo mismo, todo nace de la desigualdad enferma en la que se vive”, expresó a modo de presentación de la propuesta el destacado director y maestro Aldo El-Jatib, que sumó: “Por supuesto, este espectáculo es una invitación, más desde lo racional, a revisar nuestra forma de comportamiento y comenzar a modificarlo”.
Sucesor del potente La orden del dragón de 2019, algo así como un déjà vu de la peor tragedia argentina que dejó la última dictadura cívico-militar, algo que estaba latente, una “espeluznante acción fantasmal a distancia”, la nueva propuesta retoma y resignifica el par dialéctico entre ética y estética que es una marca de este grupo de trabajo.
“Nosotros tenemos una estética particular que ha ido creciendo y evolucionando con los años de trabajo, pero sobre todo, tenemos una ética muy clara que tiene que ver con la forma de ver el mundo y de comportarse como ser humano que se ha ido afianzando también en el camino. Entonces, es imposible que nos salgamos de eso a la hora de comunicar nuestro arte, para nosotros la cuestión es una sola, y lo que hacemos con los espectáculos es presentar esa verdad desde diferentes perspectivas, haciendo uso de las herramientas que en nuestro trabajo de investigación y experimentación hemos ido encontrando. La estética va evolucionando con los años de trabajo que se profundiza gracias al concepto de continuidad y entrega con el que trabajamos. El tema siempre va a ser el mismo, contar nuestra verdad”, destacó el director.
Y profundizó: “Luego hay una línea que tiene que ver con el lenguaje que El Rayo encontró como propio, y entonces allí siempre van a aparecer rasgos que se reiteran en todos los espectáculos, que vuelven a surgir, que se repiten, eso es así, lo hacemos un poco porque nos sale y otro poco porque nos gusta. A fin de cuentas, lo que vale es el trabajo y el compromiso que hay detrás; estamos estrenando un espectáculo en plena pandemia, eso habla por sí solo”.
Teatro es convivio
En medio de la pandemia surgieron una serie de propuestas teatrales para ver por streaming, algo que instaló un profuso debate porque todo indica que lo que define al teatro es el convivio entre actores y espectadores. “El teatro es presencial o no es teatro; al menos como nosotros lo concebimos. Lo otro es otra cosa, nadie dice que esté mal pero no es teatro, es otro lenguaje”, evaluó el director.
Y sobre esa variable, de cara a la propuesta del grupo, destacó: “Para nosotros siempre el eje de nuestro arte fue el ser humano como individuo completo, ahí está lo antropológico en el estudio de la expresividad de la persona como un ser físico, emocional, espiritual y etérico, todo al mismo tiempo. Justamente, la potencia de comunicación que tiene el teatro es la transmisión energética presencial de ése ser, ya que el poder de identificación de un ser humano frente a otro ser humano es irremplazable. Ahora, la utilización de la tecnología para la difusión de materiales de investigación, para algunos aspectos pedagógicos, para encuentros con gente que está en otra parte del mundo, todo eso está perfecto. De hecho, la pandemia lo acentuó, y a algunos nos obligó casi a acelerar el adentramiento en todo ese mundo”.
Sobre estas variables y nuevos soportes, el director adelantó: “Nosotros estamos trabajando en el Campus Radius que es el proyecto virtual de El Rayo, una plataforma de pedagogía e investigación mediante la cual plasmaremos todo el trabajo editorial y pedagógico de estos 27 años. Que incluso nos servirá para complementar actividades en el próximo (encuentro internacional de grupos) Experimenta que se realizará en diciembre de este año de manera mixta (presencial y virtual). Nos podemos adaptar a eso del streaming, que a veces me pregunto qué significa, con algún que otro espectáculo que participe del Experimenta. Pero hay algo claro: los espectáculos de El Rayo Misterioso son presenciales o no son”.
De cara a las tres décadas de trabajo que cumplirán en 2024 desde sus comienzos en el 94, más los procesos previos de investigación y formación que llevó adelante El-Jatib tanto en el país como en el exterior, expresó: “Para nosotros, el futuro siempre es el origen. La evolución del grupo se va dando en la medida en que vamos concretando los proyectos que se plantearon en la fundación, e incluso antes de El Rayo, en mi grupo anterior, Taiet que es hoy un antecedente».
Y en el sentido de un presente casi apocalíptico que desde sus propuestas han anunciado tantas veces, evaluó: “Con este cambio que trajo la pandemia son muchas las cosas que se alinearon y que se clarificaron. Por un lado, quedó bien claro que todo lo que nosotros como grupo venimos abogando desde nuestro proyecto con respecto al comportamiento humano es así, y de hecho, el sistema está colapsando. No se puede seguir así, con este nivel de individualidad de violencia, de injusticia, de odio, de desigualdad; nada se sostiene así por mucho más tiempo. Por otra parte, el hecho de ser un grupo «cerrado» y eso de comunidad que tanto se nos ha criticado hoy nos hace sobrevivir y seguir siendo productivos en este contexto porque somos una burbuja, «conviventes artísticos» es la figura y eso nos permite seguir haciendo nuestros espectáculos igual que antes».
Sobre este concepto de «conviventes artísticos» que ha marcado el recorrido del grupo y que hoy adquiere una relevancia superadora, El-Jatib expresó finalmente: “Inevitablemente, esta situación de shock que trajo el coronavirus para nosotros significó la activación del Campus como modo de conectar con el mundo y hacerles llegar algo de todo lo que hemos investigado en estos años, y por otro, la necesidad de reflotar el Proyecto Ícaro (el grupo lo tiene en desarrollo desde sus comienzos), a modo de trasladar en algún momento nuestro centro de investigación a un ámbito que nos permita expandir e integrar todas las actividades que hacemos en un ámbito que también nos permita la conexión con la naturaleza y así acercarnos a una de las máximas aspiraciones que tenemos: la unión del arte con la vida; en todo eso andamos”.
Para agendar
El Grupo Laboratorio de Teatro El Rayo Misterioso, bajo la dirección de Aldo El-Jatib presentará de manera presencial La corte de los milagros, todos los viernes y sábados de abril, a las 21, en la sala El Rayo, de Salta 2991, con capacidad limitada y entradas anticipadas