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Alemania: temen rebrote por contagios en trabajadores de la carne y en barrios populares

Verónica Marchiaro, periodista argentina que trabaja en la agencia alemana DW, analiza los nuevos casos de coronavirus en ese país que se había relajado y venía transitando "la nueva normalidad"

Especial para El Ciudadano

Tres focos de rebrote de coronavirus han activado las alertas en Alemania, que venía transitando una curva de contagios en baja y recuperando sus actividades económicas. Un barrio popular en Berlín, un frigorífico en la región de Westfalia y un bloque de viviendas en la localidad de Gottingen sumaron en pocas horas algo más de mil contagios y la decisión fue poner en cuarentena a trabajadores y vecinos.

En Alemania murieron 8.800 personas por el virus, cuyo factor de reproducción está por debajo del 1%, parámetro que el gobierno federal dispuso para eventualmente retroceder en las pautas de movimiento. No obstante, a nivel cultural parecen haberse relajado demasiado las normas de distanciamiento, una vez que el país inició la “nueva normalidad”. Al menos así lo entiende Verónica Marchiaro, periodista argentina que trabaja en la agencia DW, en diálogo con El Ciudadano: «Muchos aquí advierten la preocupación de que para amplias franjas sociales es como si nunca hubiera pasado nada. Pasado lo peor, se está usando muy poco el barbijo, por ejemplo. Estimo que con la aparición de estos focos se tomará dimensión de que debemos seguir tomando precauciones. Es real que debía encontrarse un equilibrio entre seguridad sanitaria y economía, pero hay que hacerlo sin relajarse”.

Trabajadores en el oeste

La planta procesadora de carne es de la firma Tonnies está en el oeste del país y no es el primer frigorífico en tener un brote. En abril y mayo, se habían generado una serie de contagios en el sector. En este caso, se detectaron 657 positivos, de los 983 test realizados hasta el momento a los obreros, en la ciudad de Gutersloh. En la fábrica se detuvieron las actividades como modo de prevención. En la misma localidad, se decretó el cierre de escuelas y guarderías. La medida fue determinada a nivel local, por el Jefe de Distrito, Sven Gorg Adenauer y la canciller alemana Angela Merkel la celebró.

Respecto a los contagios en las plantas frigoríficas, Marchiaro estableció: “Hay condiciones de trabajo que lo facilitan. Por un lado, la falta de cuidados sanitarios dentro de los mismos establecimientos. Y por otro, en el sector de la carne y en cultivos agrícolas, vienen familias migrantes del este europeo, que no tienen condiciones de higiene en sus propias viviendas, que tienen salarios magros, que muchas veces hacen una temporada y se van. Las autoridades locales han dicho hoy que no son las pautas de flexibilización de la vida cotidiana las que han motivado este brote, sino la situación de trabajo y las condiciones en que viven los empleados allí”.

En mayo, la Unión Libre de Trabajadores y Trabajadoras (FAU) había alertado que familias búlgaras y rumanas que trabajan en la recolección de espárragos en Bornheim en la región de Renania del Norte estaban viviendo en contenedores dentro de las propias explotaciones agropecuarias, expuestos al virus. Este caso determinó inclusive una llamada entre Merkel y el primer ministro de Rumania, Ludovic Urban.

En barrios populares

Otro de los puntos de contagio masivo se dio Neukolln. “Es un barrio muy populoso, lleno de inmigrantes, aquí en Berlín”, señaló Marchiaro. El bloque viviendas, tipo Monoblock, fue cercado. Y el alcalde de distrito, Martin Hikel, reconoció que el hacinamiento fue determinante. “Vimos que todos los apartamentos estaban afectados. Hay condiciones de alojamiento extremadamente estrechas. No es fácil aislarse con ocho personas en un apartamento de dos habitaciones ni estar encerrados en él durante dos semanas», señaló a la agencia Euronews.

En Gottingen, finalmente, se dio una situación similar, con cien contagios sobre 700 vecinos de un barrio de viviendas populares en el que se hicieron test. También se decidió bloquear la zona.

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