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Alepo, bajo un diluvio de fuego

La ciudad siria fue bombardeada y ametrallada por helicópteros del régimen de Bashar al Assad desde las primeras horas de la mañana. Los rebeldes resisten y pidieron, además, y de manera urgente, armas a los países “hermanos” y “amigos”.

“Podemos decir que el asalto ha comenzado”, declaró en la mañana de ayer a la agencia de noticias AFP Rami Abdel Rahman, presidente del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). El jefe de la oposición en el exilio, Abdel Baset Sayda, pidió a los países “hermanos” y “amigos” que armen a los rebeldes para afrontar las tropas del régimen de Bashar al Assad.

“Los combates más violentos desde el comienzo de la rebelión tienen lugar en varios barrios (de la ciudad de Alepo)”, precisó Rahman.

Sin embargo, por la noche hubo una pausa en los enfrentamientos, coincidieron desde los dos bandos, aunque confirmaron que los bombardeos continuaban, en la que ha sido considerada como “la madre de todas las batallas” de la guerra civil siria.

Durante la mañana, un diluvio de fuego cayó sobre Alepo, bombardeada y ametrallada por helicópteros de las fuerzas del régimen de Assad, que trata de controlar a la capital económica del país, devastado desde hace más de 16 meses por revueltas populares que derivaron en una dura represión del gobierno y en una militarización rebelde.

Numerosos habitantes han salido de la ciudad y los que permanecen en ella tienen grandes dificultades para abastecerse.

En tanto, el jefe opositor Sayda, en conferencia de prensa celebrada en Abu Dabi, pidió armas.

“Esperamos de los hermanos y amigos un apoyo al Ejército Sirio de Liberación (ESL), un apoyo cualitativo. Queremos armas que nos permitan detener los blindados y aviones de combate” del ejército regular, declaró.

“El asalto contra (el barrio de) Salahedín se detuvo y hemos logrado rechazar al ejército regular hasta el barrio de Hamdaniye”, más hacia el oeste, comentó por su lado el jefe del consejo militar de Alepo, el coronel Abdel Jabar al Oqaidi, interrogado por teléfono por la AFP.

Salahedín, que “cuenta con el mayor número de rebeldes”, según Rahman, presidente del OSDH, era ayer el principal blanco de la gran ofensiva lanzada por el ejército.

“El hecho de que los soldados no sigan avanzando en Salahedín no significa necesariamente una retirada, pues la estrategia de las fuerzas regulares consiste en bombardear para provocar un éxodo y luego lanzar un asalto aún más feroz”, opinó Rahman.

Por su parte, el coronel Oqaidi precisó que “el asalto se detuvo, pero los disparos de la artillería y de los helicópteros prosiguen”, destacando que “doce horas después del comienzo del ataque el ejército regular no pudo hacer nada en la zona”.

“La táctica del Ejército Sirio Libre (ESL, rebeldes) consiste en desplazarse de barrio en barrio, es decir, controlar un barrio y limpiarlo de los miembros de los servicios de seguridad y de las chabihas (milicias partidarias del régimen), antes de pasar a otro”, explicó.

“Si llegamos a apoderarnos de un gran número de armas de las tropas regulares, lanzaremos un ataque total para la liberación de Alepo”, agregó el coronel.

Los insurgentes se encuentran atrincherados sobre todo en los barrios del sur y el sudoeste de la ciudad. Según el OSDH un gran movimiento de éxodo se produce actualmente en el barrio de Al Sukari (sur) tras la caída de un obús y violentos enfrentamientos en el sector de Hamdaniyé (oeste).

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