Susana Beatriz Montoya, de 74 años, fue encontrada muerta en su casa en el barrio Ampliación Poeta Lugones, en la ciudad de Córdoba. La mujer presentaba signos de muerte violenta, incluyendo un golpe en la cabeza y un corte fatal. Aunque se esperan los resultados de la autopsia, las primeras evidencias sugieren un crimen violento.
El caso ha atraído atención especial debido al vínculo familiar de Montoya con Fernando Albareda, hijo del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, quien fue torturado y asesinado durante la dictadura argentina y aún está desaparecido. Junto al cuerpo de Montoya, se encontró un mensaje amenazante en la pared que recuerda a las amenazas de la Triple A, una organización paramilitar de los años 70.
Gravísimo!
Asesinaron a la esposa de Ricardo Albareda, policía desaparecido en 1979. En las paredes escribieron «los vamos a matar a todos». A su hijo lo amenazaron en diciembre «te vamos a juntar con tu papito».
Estás son las consecuencias del negacionismo en el poder pic.twitter.com/strEAWUiF4— Luciana Echevarría (@LuciEchevarria) August 3, 2024
La situación es preocupante para los organismos de Derechos Humanos de Córdoba, que están a la espera de más detalles sobre la autopsia y la investigación para determinar las circunstancias del crimen. La hipótesis de un homicidio en ocasión de robo está en evaluación, aunque no se ha confirmado el robo ni se han encontrado signos de forzamiento en la casa
El episodio ocurre después de que Fernando Albareda recibiera amenazas en diciembre pasado, que incluían carteles con esvásticas nazis y proyectiles de armas de fuego.
Ricardo Fermín Albareda, padre de Fernando, era un subcomisario y militante del ERP que fue secuestrado y torturado por el D2 en 1979. A pesar de los esfuerzos por buscar justicia, su paradero sigue siendo desconocido. Recientemente, el gobierno de Córdoba reconoció a Albareda con un ascenso post mortem y una reparación histórica.