La planta que la petroquímica Dow operaba en Puerto general San Martín permanece cerrada desde principios de octubre último por decisión de la multinacional, que era la única productora de poliuretano en el país, ante la indiferencia del Gobierno nacional. Ahora, además del más de un centenar de trabajadores que quedaron sin su fuente laboral, preocupa la posible contaminación de los alrededores por los productos que permanecen en las instalaciones sin las medidas de seguridad estrictas ni el plan de contingencia que se requieren en estos casos.
Ante el grave riesgo ambiental, el diputado provincial Carlos del Frade –Frente Amplio por la Soberanía– le pidió por medio de un decreto al Gobierno santafesino que informe las actuaciones llevadas adelante por los ministerios de Trabajo, Ambiente y Salud en relación a los residuos contaminantes existentes en la planta del departamento San Lorenzo, en el cordón industrial al norte de Rosario.
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El pedido del legislador se apoya en el informe elaborado por el Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu) que fue enviado al Ministerio de Ambiente y Cambio Climático el pasado 15 de octubre. El documento alerta sobre la presencia de productos químicos peligrosos en la planta.
La denuncia del Soepu fue sobre riesgo a la vida de los trabajadores y la población de los alrededores de la fábrica. Por ella, se solicita la “aplicación de sanciones administrativas y medidas preventivas y urgentes”, recordó Del Frade.
El gremio señaló que dentro la planta permanecen 200 toneladas de óxidos de propileno, “producto altamente peligroso si se almacena en condiciones no seguras ya que el óxido de propileno puede polimerizarse (autorreaccionar) debido al calor elevado o a la contaminación, lo que puede provocar la ruptura y explosión de contenedores en los que se encuentre”.
Además, el Soepu agrega que se encontraban 50 toneladas de dowanol PM, también clasificado como peligroso porque contiene líquidos inflamables, toxicidad aguda y también específica en determinados órganos.
La misma empresa informó al Ministerio de Ambiente y Cambio Climático que “el suelo y las aguas subterráneas de su planta industrial ubicada en Puerto General San Martín se encuentran contaminadas con productos extremadamente peligrosos para la salud de los trabajadores y de la población en general”, sigue el texto sindical tomado por el diputado para el reclamo.
Sobre lo anterior, se explicita que se trata de tetracloruro de carbono, clorofomo, dicloroeteno, zinc y material sólido blanco. “La empresa habría detectado algunos de estos compuestos en los límites del establecimiento, lo que transforma la situación no sólo en peligrosa para el personal existente dentro del establecimiento sino también para la población circundante”, sostiene la presentación del gremio.
“Solicitamos la mayor información posible de parte de los Ministerios de Trabajo, Ambiente y Cambio Climático y Salud de la provincia de Santa Fe”, insistió Del Frade.
A la venta, en medio de la incertidumbre
El viernes 4 de octubre pasado, la multinacional petroquímica estadounidense, con 65 años de presencia en la Argentina y más de 120 años de trayectoria global, les comunicó a los empleados que debían retirarse y les anunció el cierre definitivo de la fábrica en Puerto General San Martín. No se reportaron gestiones en contrario desde el gobierno nacional, como sí ocurrió hace tres años, cuando la compañía amagó por primera vez la decisión de bajar persianas. Sí las hubo por parte de la provincia: convocada a audiencia en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, los representantes de la firma acordaron la reincorporación de todos los trabajadores, pero sólo por 10 días, hasta el 14 de octubre, sin tareas pero con goce de sueldo.
Sin embargo, fue una salida transitoria.
Esta semana, Dow decidió poner a la venta su unidad productiva del cordón industrial. El secretario de Desarrollo Industrial de Santa Fe, Guillermo Beccani, lo confirmó luego de reuniones con la compañía. No hay precisiones sobre si la operación incluirá maquinaria, instalaciones o sólo la propiedad del predio.
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La decisión de la multinacional es parte de un plan global de reducción de plantas. En la Argentina, la compañía había anunciado su intención de retirarse del mercado local en 2021, aunque en ese momento intervino el Gobierno nacional y evitó el cierre. «Dow cerrará cinco plantas similares en distintas partes del mundo. En este caso, la empresa ofreció indemnizaciones que superan ampliamente lo estipulado por la ley, beneficiando a los 38 empleados directos y 31 indirectos», afirmó Beccani.
Para Santa Fe es una mala noticia, que se suma al reciente concurso de acreedores de Algodonera Avellaneda, propiedad de la quebrada y fraudulenta Vicentin.
Impacto para toda la industria nacional
Los productos que Dow elaboraba en el cordón industrial son claves para numerosas ramas de la industria nacional, que ante la caída de la planta que proveía el mayor porcentaje de esos insumos deberán importarlos, a mayor costo.
Por ejemplo, la planta abastecía a la industria colchonera para la fabricación de goma espuma y sus derivados. A la farmacéutica, con polietileno flexible para la elaboración de comprimidos. A la automotriz, para filtros de aire, paragolpes, butacas y elementos interiores. A la de refrigeración, con material para cañerías y aislantes. A la de electrodomésticos, para los paneles térmicos y aislantes. Lo mismo para la de la construcción, en su caso también para panelería, aberturas, revestimientos y sellantes. Al sector del calzado le proveía compuestos para suelas. A la de la pintura, para la fabricación de solventes, diluyentes y thinner. Y a la minera, para agentes de flotación y separación de minerales.