Se sabe ya que Adolescencia, la serie estrenada hace apenas unas semanas en Netflix es unas de las que más habla el mundo. Incluso muchos influencers dedicados a la crianza recomiendan verla y logró estar en el top 10 de las series más vistas. No es para menos.
Mientras sigue siendo un éxito, se supo que el final de la serie que se pudo ver no era el que originalmente estaba previsto en el guión.
A lo largo de sólo cuatro capítulos, de una hora cada uno, la serie plantea la importancia de la presencia de padres (o adultos responsables) en la vida de sus hijos, charlar con ellos, saber de sus miedos, sus enojos, si alguien los molesta y conocer el peligro latente en las redes sociales.
En lo que fueron las primeras imágenes del adelanto de Adolescencia, se pudo apreciar que no se mostraba el juicio en el que se sentencia a Jamie Miller (Owen Cooper), acusado de asesinar a su compañera de clase. La idea en un principio era que se declarara culpable y ver cómo el foco se ponía en sus padres por la crianza que llevaron a cabo.
Según indica el guión original, la última escena era con Eddie Miller (Stephen Graham) acostándose en la cama Jamie y tapándose. Pero se cambió para mostrarlo mirando los juguetes de su hijo y con otro gesto particular. “Ensayamos la otra versión y funcionó muy bien, pero sentí que había algo especial en ese momento en el que arropa al osito de peluche”, comentó Philip Barantini director de Adolescencia en una conferencia que brindó Netflix para medios nacionales.
En esta charla, el director agregó: “Es lo único que Eddie puede tocar que todavía lo conecta con su hijo. Es algo blando, que Jamie abrazó y que estuvo a su lado. Luego, Stephen tomó ese instante y lo transformó en algo profundamente suyo”.
Fue así como se dio el cierre en torno a la familia para causar la emoción que necesitaba la miniserie para trascender en Netflix. “Uno de nuestros objetivos era plantearnos qué les está ocurriendo a los jóvenes hoy en día y qué tipo de presiones enfrentan, ya sea por parte de sus pares, de Internet o de las redes sociales. Las exigencias que surgen de todo esto son igual de difíciles para los chicos de aquí como para los de cualquier lugar del mundo”, cerró.