Al menos unas 250 personas permanecen evacuadas este jueves en las ciudades de Reconquista y Vera, en el norte de la provincia de Santa Fe, que desde el domingo soportan registros históricos de lluvias que anegaron amplias zonas de ambos cascos urbanos, con el consecuente ingreso de agua a gran número de viviendas, informaron voceros del Gobierno provincial.
De todas maneras, en las primeras horas de de este jueves no hubo lluvias, lo cual permite que el agua escurra en la mayoría de las zonas afectadas.
En el caso de Reconquista, el último reporte dio cuenta de 239 evacuados, distribuidos en siete centros de evacuados, entre los cuales destacaba el del Club Atlético y Tiro, que albergaba a 87 personas.
También había evacuados en el salón de barrio Guadalupe (30 personas), la capilla de Nuestra Señora de la Paz de barrio Belgrano (30), en barrio La Cortada (47), San Francisco (20) y Club Argentino (15).
En el caso de Vera, la intendenta Paula Mitre informó que había 25 personas evacuadas, es decir que el número se redujo a la mitad desde la mañana de ayer, con un acumulado de 450 milímetros de lluvia desde el último domingo.
De todas formas, en ambas jurisdicciones hay decenas de evacuados que se niegan a abandonar sus hogares pese a tener agua en los patios; en tanto, en la ciudad de Romang hay dos familias evacuadas, según informaron desde Protección Civil de la provincia.
Las lluvias registradas en la zona establecieron nuevos récords para los últimos años, ya que según la Estación Agrometeorológica del INTA Reconquista, en los primeros 10 días de enero precipitaron 505 milímetros, lo que representa casi la totalidad del mes más lluvioso de las últimas décadas, en abril de 1998, cuando en los 30 días cayeron 522 milímetros.
La situación colapsó en las primeras horas de este miércoles, cuando la caída de 300 milímetros anegó alrededor del 80% del radio urbano de Reconquista y obligó a una inmediata conformación del Comité de Protección Civil.
Coincidió la emergencia con la presencia del gobernador Maximiliano Pullaro, que tenía una amplia agenda en localidades de todo el norte provincial, que suspendió para sumarse a los operativos.
Las tareas fueron coordinadas por el intendente Amadeo Enrique Vallejos y el secretario de Protección Civil y Gestión de Riesgos de la provincia, Marcos Escajadillo, junto con personal de Bomberos Voluntarios, Gendarmería, Prefectura, Unidad IX de Policía y del servicio de emergencias médicas 107, entre otros.
Una de las principales actividades es la colocación de bombas de extracción en el sector norte y en la intersección de calles 75 y 68 para desagotar los barrios.
Los vecinos cortaron la ruta provincial 40, ya que la cinta asfáltica impedía que el agua se fuera de la zona, pero le Dirección Provincial de Vialidad ya restableció la circulación tras colocar una alcantarilla improvisada.
Debido a la situación, el intendente Vallejos declaró la emergencia hídrica por tiempo indeterminado a través del decreto 07/24 por la situación de “extrema gravedad” que atraviesa la ciudad.